El arzobispo de Granada excomulgó y quemó los libros del director del Instituto Padre Suárez, que en 1872 defendió la teoría de la evolución del científico inglés.
La periodista Inés Gallastegui escribe esta interesante crónica con motivo de los fastos que el mundo científico -y Granada no podía quedarse atrás- dedica a Darwin en "sus 200 aniversario"
"Tras publicar 'El origen de las especies', Charles Darwin fue retratado como un simio en periódicos y revistas de la época: los críticos a su teoría de la evolución satirizaban la idea de que el hombre descendía del mono. En España, en cambio, cuestionar la obra inmutable de un Dios creador le hacía a uno acreedor de una especie de viaje en el tiempo hacia la época más oscura y siniestra del fanatismo cristiano: la de las hogueras. Lo vivió en sus carnes Rafael García Álvarez, director del Instituto Padre Suárez de Granada, excomulgado por defender las tesis darwinistas. La plaza de las Pasiegas fue el escenario elegido por el arzobispo de la época, el integrista Bienvenido Monzón, para quemar en una pira los 'perversos' manuales de Historia Natural del catedrático, después de condenar al fuego del infierno el alma del respetado profesor.
"Tras publicar 'El origen de las especies', Charles Darwin fue retratado como un simio en periódicos y revistas de la época: los críticos a su teoría de la evolución satirizaban la idea de que el hombre descendía del mono. En España, en cambio, cuestionar la obra inmutable de un Dios creador le hacía a uno acreedor de una especie de viaje en el tiempo hacia la época más oscura y siniestra del fanatismo cristiano: la de las hogueras. Lo vivió en sus carnes Rafael García Álvarez, director del Instituto Padre Suárez de Granada, excomulgado por defender las tesis darwinistas. La plaza de las Pasiegas fue el escenario elegido por el arzobispo de la época, el integrista Bienvenido Monzón, para quemar en una pira los 'perversos' manuales de Historia Natural del catedrático, después de condenar al fuego del infierno el alma del respetado profesor.
Bien es verdad que a García Álvarez, científico y francmasón, las iras arzobispales no debieron dolerle en exceso. No en vano, cinco años después presentaba en el Ateneo de Almería una ampliación de aquellas primeras reflexiones que le valió un premio, y en 1883 publicaba su 'Estudio sobre el transformismo' en la imprenta granadina Indalecio Ventura Sabatel. Fue el primer libro en español sobre la teoría de la evolución de Darwin, según Luis Castellón, director de Museo de Ciencias del Instituto Padre Suárez, que debe la mayor parte de sus fondos a aquel catedrático decimonónico. Rafael García, recuerda Castellón, mantenía amistad con el catedrático sevillano Machado y Núñez -abuelo de los poetas Antonio y Manuel-, al que se atribuyen los primeros artículos sobre la materia..."
NITO
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