Nunca pensé reanudar mis
escritos en La Murga, después de casi un año aparcada, forzado por causa tan
penosa como ha sido la muerte de nuestro querido amigo –y tantas veces
colaborador en estas mismas páginas- Antonio Montufo, nuestro querido “Califa”.
Su noble y animoso corazón dejó de latir, después de que, como un
bravo, luchó con ilusión y esperanza hasta el fin, este triste día 3 de Junio
de 2018.
Descanse en paz nuestro compañero, amigo y maestro y que la tierra le
sea leve.
Con razón dicen que cuando se va el amigo, se separa el llanto del
alma. Pero también es verdad que una herida se abre con el silencio de su recuerdo imborrable.
IN
MEMORIAm
Podemos llorar porque se ha ido,
o podemos sonreír porque ha vivido.
Podemos cerrar los ojos y rezar para que vuelva
o podemos abrirlos y ver todo lo que nos ha dejado.
Nuestro
corazón puede estar vacío
porque
no lo podemos ver,
o puede estar lleno por todo
o puede estar lleno por todo
y por
tanto como compartimos.
Podemos
llorar, cerrar nuestra mente,
gritar,
sentir el vacío y dar la espalda,
o podemos hacer lo que a él le gustaría:
¡Sonreír, abrir los ojos, amar, soñar y… seguir!
o podemos hacer lo que a él le gustaría:
¡Sonreír, abrir los ojos, amar, soñar y… seguir!
Nito, Junio 2018