jueves, 1 de octubre de 2015

GRANADA A VISTA DE PÁJARO

La Cessna 172 "Skyhawk"

PILOTO POR UN DÍA

Un buen día cayó en mis manos un folleto de la empresa Aladina,  que tiene en el Aeropuerto de Granada su sede.
Entre un montón de actividades aéreas, propone la siguiente que ¿cómo nó?,  me cautivó:

Piloto por un día 
¿Te consideras un verdadero fan de aviación? Conviértete en piloto por un día y atrévete a ¡pilotar una avioneta!  Vive una experiencia única a bordo de una aeronave. Por fin podrás conocer todo lo necesario para pilotar una avioneta. No lo dudes, los cursos de pilotaje merecen mucho la pena.

 Preparando el plan de vuelo

…Y no resistí la tentación.
Este es el relato de mi primera lección de vuelo en un avión ligero, como es la universalmente conocida Cessna 172 "Skyhawk",  acaecida en el aeropuerto de Granada.

Despegamos a las 9,30 h, con la fresquita, una mañana  de San Juan.
Atrás quedan, sobre la pista, unos calzos que han aguantado a la briosa Cessna 172 mientras calentaba su motor  y  el recuerdo de un apresurado briefing (Plan de vuelo), del que entendí más bien poco por los tecnicismos y por mi desconocimiento supino del inglés; después, el chequeo superficial al avión, donde aquí sí que entendí más e incluso me permitía hacer preguntas complicadas.

Lecciones a pié de avión

La puesta en marcha del motor necesitó dos inyecciones de combustible tras carraspeos, falsas explosiones y humos: Estaba muy frio. Ajuste a 1000 r.p.m. y controlando la presión de aceite subiendo.
Así, metiendo gases progresivamente y a fondo, pronto adquirimos la velocidad necesaria para irnos al aire, unos 100 km por hora.     Dócil, ágil y suave, la avioneta no hace extraños ni da propinas, a pesar de mis excesivos (y comprensibles) toques de mandos.

Dirección Sur hasta alcanzar nuestro techo -2800 pies- Luego reducimos revoluciones hasta adquirir la velocidad de crucero. Por megafonía, oímos a la vigilante y apremiante Torre de Control: “Control a Eco Charli (es el indicativo de radio de nuestro avión EC- JKS), confirme su ruta y Plan de vuelo…”
“Eco Charli a Control: Nos dirigimos al Pantano de Cubillas al que sobrevolaremos. Continuaremos vuelo hacia la capital en viaje de prácticas y regreso aeropuerto”.
“O.K., Eco Charly. Controlen su altura. Por debajo de su cota. Tienen un tráfico (helicóptero) a 500 pies en la zona.”

 Ya queda menos para irnos al aire: De teoría, bien, bien...

Este “tráfico” nos obliga a rodear el pantano dos veces en amplios círculos, virando en sentido contrario a las agujas de reloj, con 10º de alabeo, hasta verlo salir de la zona.
¡Maravilla esta esmeralda pantaneta que vemos en su totalidad!
Aproamos a la ciudad a la que circunvalamos totalmente, distinguiendo todos sus barrios y sus gentes a la perfección; luego, en círculo más estrecho, hacemos lo mismo con la Alhambra. tomando al Palacio de Carlos V, como centro del círculo. ¡Acaba la visita turística..!

¡Vamos ar toro que eh una mona...!

-¿Sabrías llevarlo a casa? –Me pregunta el instructor. -¿Distingues el Aeropuerto…?
-No lo distingo bien, pero puedo seguir el curso del Genil, hacia Santafé. -Respondo.
-Bien, adelante pues.
De este modo, de chopera en chopera, y a la vista siempre de la autovía,  nos fuimos acercando hasta  divisar al aeropuerto. En ese momento el  instructor pide permiso a Control para aproximarnos y bajar de altura para colocarnos en la senda de descenso.

La Sierra de Dílar a la vista

Nos autorizan. Bajamos el régimen de motor y, obediente, la Cessna va perdiendo altura progresivamente a la vez que  enfila la pista.
-Mantén el morro en la cinta blanca de la pista. Usa solo alabeo, no hay viento cruzado. –Me indica.
A pesar de lo recomendado, y cuando el contacto (o barrigazo) con la pista  eran inminentes, una racha de viento cruzado, nos saca un tanto de la raya. Al tratar yo de meter algo de pié para compensar, noto que ya lo tiene pisado el profe. (Esta escena se ve muy bien en el video).

Vale la pena estas "apreturas" sólo por ver esta imagen

En apenas 300 metros de rodadura, y sin aplicar frenos, abandonamos la pista e iniciamos el carreteo tras el coche señalero que nos estaba esperando y que nos conduce entre vericuetos y destellos luminosos, a nuestro aparcamiento.
Apretón de manos entre Profe y “alumno”. Me da la enhorabuena por este bautismo y me felicita: “Tienes buen tacto para los mandos, enseguida te has hecho con el cante. Pero tienes que aprender inglés técnico…”


Tres instrumentos que ningún piloto quisiera perder durante un vuelo IFR (vuelo visual).
1/ Velocímetro. 2/ Horizonte artificial. 3/ Altímetro. Y si acaso, una miradita de vez en cuando al indicador de rumbo.
"Concéntrate, me dice el instructor, en estos 4 aparatos, y no quieras abarcarlos todos, so pena de que te salten los ojos como a una brótola... ¡Disfruta del paisaje!"


Testigo de lujo y madrina del vuelo, la “cameraman”, que ha estado fenomenal.
Un sueño conseguido y a repetir siempre que pueda.
Magnífica gente ésta, así como su programa de actividades aéreas. La de “Piloto por un día” es genial: Te hacen creer, y por un rato, que lo tuyo es el aire. La seguridad y la simpatía que comunican estas personas es admirable.


Toma de tierra. Contacto en 10 segundos; altura 4 metros





NITO