jueves, 24 de junio de 2010

MURGUERILLO DE HONOR



Llegaste a mí al declinar una tarde.
Hermosa realidad de un largo sueño,
y mi otoño fue otra vez primavera:
¡El viejo tronco tiene un nuevo retoño…!

Hijo de mi hija, doblemente hijo.
Sencillamente, eso eres, mi nieto,
que has venido a prolongar mi vida,
mi casta, mi nombre, mi recuerdo...
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Quizás repitas en tu vida de hombre
algunos de mis rasgos y mis gustos,
más quiera Dios que en tí no se repitan
mis errores, ni tampoco mis defectos.
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Nieto mío: procura ser buen murguero,
hoy te lo pide el padre de tu madre,
ya te digo, por dos veces tu padre,
que es tanto como decir agüelo.




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ABUELO NITO


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jueves, 17 de junio de 2010

SOPA CACHORREÑA

Del Blog "Mi Cocina" de Carmen Rosa

La sopa cachorreña de naranjas amargas.

De nuestro amigo murguero José Antonio Castillo, de Málaga, nos llega esta receta culinaria de sopa de naranjas amargas ó cachorreñas. Con una letrilla de octosílabos asonantados que nos recuerdan el ritmo de los verdiales, los malagueños cantaban el catálogo de sus delicias gastronómicas, incluidas las cachorreñas, de esta manera:
Cachorreña se perdió,
gazpacho la anda buscando.
¿Dónde la vino a ‘encontrá’?
En casa del ajo blanco,
pariente de la ‘ensalá’.
Sin embargo, a pocos se les ocurriría pensar que la naranja traída por los árabes es, precisamente, la amarga, la agria, esa que en Málaga denominamos cachorreña, pues la variedad 'dú' (dulce) alcanzaría la península en el siglo XVI por obra del portugués Vasco de Gama (1469-1524) que se encargaría de hacerla llegar desde la India.
Su amargor resulta muy sugerente y deja siempre un regusto a fruta fresca y a ese aire mediterráneo que se agita entre el naranjo y el pinar.



Ingredientes:
La piel de una naranja amarga, que deberemos lavar muy bien, pues normalmente procede de los árboles de las calles.
Majado:
Dos dientes de ajo. Miga de pan. Medio vaso de aceite. Sal. Pimentón, comino y pimienta. Una cucharada de vinagre.
El soneto:
Fruto del azahar, santo y enseña
de marzo, cuando el aire acristalado
acude desde el mar verdeazulado,
que inunda la ciudad y la domeña.


De aquel germen, nació la cachorreña.
Trabaja bien con aceite un buen majado
con los ajos y el pan, salpimentando,
sustento de esta sopa malagueña.

Ahora, pon a hervir la piel entera
y sácala después, cuando enternezca.
Añade lo anterior, que no carezca

de vinagre. Ya puesta en la sopera
con pan en rebanadas, bien se zanja
este plato-elixir de la naranja.




NITO
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jueves, 10 de junio de 2010

PUERTAS DE LA ALHAMBRA









Como ya se dijo, vamos a continuar con la serie de artículos sobre las torres y puertas de la Alhambra. Hoy nos centraremos sobre dos puertas, concretamente, en la Alcazaba alhambreña.

La Alhambra tiene ocho puertas que si las nombramos en el sentido horario son: Puerta de la Torre de la Vela, puerta de las Armas, puerta del Arrabal o de la torre de los Picos, puerta de los Siete Suelos, puerta de la Justicia, puerta de los Carros, puerta de las Granadas y en la cerca renacentista hay dos más, una en la Cuesta de los Chinos y otra bajo el revellín de la torre de la Vela, dando a la Cuesta de Gomérez. Trataremos hoy de la pueta de la Alcazaba, y de la de las Armas.

Cuando Muhammad I Ibn-Nasr, ibn Al-Ahmar , Al-Galib Bi-llah crea la ciudad palatina de la Alhambra, lo hace sobre unas construcciones anteriores de la época zirí situadas en la Alcazaba de la Alhambra. Bajo la torre de la Vela se descubrió, en las excavaciones dirigidas por Mariano Contreras en el 1890 dentro de los gruesos muros de argamasa construidos tras la reconquista castellana de Granada para la defensa de la Alhambra, la primera puerta almohade de los siglos XII y XIII. Es una puerta en recodo, como era la tradición almohade de las puertas defensivas y en rampa para dificultar los posibles ataques.

La puerta tiene arco de herradura apuntado de piedra y una hermosa bóveda vaída de ladrillo con salida al patio de la Alcazaba. Estaba situada en la coracha que desde el puente del Cadí, Bib al-Difaf o puerta de los Adufes o Tableros, subía hasta la Torre de la Vela y luego descendía hasta la Cuesta de Gomérez, que en la época árabe era un barranco, en la puerta de las Granadas que mandó construir en 1536 Don Luis Hurtado de Mendoza, Conde de Tendilla y Marqués de Mondejar Alcaide y Capitán General de la Alhambra sobre la puerta árabe de Bib al-Jandaq y desde esta puerta se ascendía hasta Torres Bermejas.

La segunda puerta que está en la Alcazaba es la Puerta de las Armas. En los siglos XIII y XIV se produce una profunda transformación : el recinto zirí es rodeado por una barbacana , y al abrir la nueva puerta de las Armas se erige una doble muralla para poner en comunicación la Alcazaba y resto de la Medina a través del profundo foso por la puerta de la Tahona que excavó Don Jesús Bermúdez Pareja en la década de los cincuenta, que se encontraba debajo del Cubo .

La llamada, ya en 1470, Puerta de las Armas, Bib al-Silah, construida según el Dr. Carlos Vilchez por Muhammad I Ibn-al-Ahmar (1238-1272) y según la Dra. Elena Díaz Jorge, por Isma´il I (1314-1325). Es una de las puertas más complejas de la Alhambra y era la entrada principal para la población que subía desde la ciudad. Los cristianos la llamaron de las Armas porque en ella tenían que depositar las armas para acceder al recinto alhambreño. La entrada es un arco de herradura apuntado y detrás a un pequeño zaguán rectangular cubierto de bóveda de arista, conservándose la huella del rastrillo que cerraba en caso de necesidad la reja de hierro. Al lado hay un pequeño postigo. La puerta es una sucesión de espacios cuadrados y rectangulares, que se cubren con una bóveda de gallones, con una de cañón con espejo y finalmente con una vaída. Es una estructura compleja con puerta de entrada, recodo, tramo recto y dos puertas de salida, una, al Este que era de entrada para la población, que llevaría por el foso de la barbacana hasta la puerta de la Tahona y de allí al mexuar o Puerta del Vino y otra, al Oeste, sólo para los soldados, que daba a las caballerizas, con la torre cristiana de los Hidalgos al fondo. Un camino alrededor de la torre de la Vela conduce a la compleja entrada zirí que da paso a la plaza de armas. Esta puerta deja de ser utilizada por la poblaciónen del siglo XVI que es obligada a subir a la Alhambra por la cuesta de Gomérez y entrar por las puertas de los Carros y la de la Justicia. Se hace el Cubo en el ángulo N.E. de la Alcazaba, cerrando la puerta de la Tahona, y se ciega el foso.


Bibliografía:
"Granada en tus manos". Carlos Vilchez.
"La Alhambra y el Generalife". Mª. Elena Díez Jorge.
" Granada, guía artística e histórica de la ciudad". Antonio Gallego y Burín


Antonio Montufo Gutiérrez
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