sábado, 30 de abril de 2022

LA PINTORA AURELIA NAVARRO

 

"Desnudo" (Tercera medalla en la Exposición Nacional en 1908)

"El Defensor de Granada", en 1908: Aurelia Navarro es “Una artista que vale y que puede estar por derecho propio”.

Podría haber pintado un desnudo moralizante, que desvelara y criticara cómo la mujer se convierte en un objeto del deseo de ellos. Podría haber cargado contra esos cuadros que alimentaban los ardores masculinos, uno en el que la mujer no apareciera lista para usar y tirar. Pero Aurelia Navarro (1882-1968) no lo hizo. La pintora granadina se atrevió a participar con 26 años en la gran Exposición Nacional de 1908, con la intención de arrebatársela a los pintores en su propia casa y con su propio discurso: presentó una versión de la Venus en el espejo, de Velázquez. Por primera vez, una mujer no protagonizaba el desnudo, lo pintaba. La crítica lamentó que el jurado, presidido por Joaquín Sorolla, le hubiera concedido a Navarro la tercera medalla del certamen. Se merecía la segunda, dijeron. Poco importaba el talento que todos ellos vieran en aquella “bella y joven” mujer: El éxito la condujo a su desaparición en un convento -en la Congregación de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, de Madrid en 1923-.

"Sueño tranquilo" (Mención honorífica en 1904)

Era difícil luchar, al mismo tiempo, contra aquella sociedad, familia y jurados de las exposiciones que nunca premiaban con justicia a las mujeres. Su familia, especialmente su padre, consideraba que el ambiente artístico madrileño y la repercusión mediática no eran adecuados para una mujer joven y presionó para que regresara a Granada. Continuó pintando en su ciudad natal y participó en varias muestras del Centro Artístico hasta 1916.

Para muchos críticos no quedó claro si Aurelia Navarro entró en el convento por decisión propia o fue obligada a ello, porque con “Desnudo femenino” (algunos creen que es un autorretrato de la pintora), dinamitó todas las normas morales del momento.

"Retrato de señorita" (Tercera medalla en 1900)

 Al final de su carrera, aunque había tratado todos los géneros, lo único que le dio por pintar fueron cuadros de tema religioso como el dedicado a la Madre Sacramento (1933), fundadora del convento.

Aurelia murió en Córdoba en 1968 pero sigue viva y hermosa en Granada, en el palacio de Bibataubín y en la preciosa Casa Museo Ajsaris, entrañable pinacoteca que ojalá nunca desaparezca de nuestra ciudad.


Aurora, Navarro ha sido últimamente, una de las protagonistas de la exposición  'Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931)”, que ha permanecido abierta en el Museo del Prado hasta el  pasado 14 de marzo de 2022.

 En esta exposición se pudo ver 'Desnudo de mujer', una obra de 93 por 160 centímetros pintada en 1908, y cuya ejecución le ocasionaría  no pocos problemas, a pesar de ser premiada en la Exposición Nacional de Bellas Artes de aquel año.

La obra es propiedad de la Diputación Provincial de Granada, quien la adquirió en su día por 2.000 pesetas, según afirma el coleccionista y propietario del museo Casa Ajsaris, Juan Manuel Segura.  Por cierto que el museo albaicinero alberga en sus muros otra de las muy pocas obras firmadas de la pintora que hay en la ciudad, aunque es posible que haya algunas más sin firmar.

Segura descubrió a la pintora a través de quien fue uno de sus grandes maestros, Marino Antequera. «Pocas mujeres ha habido que tuvieran premios en tres exposiciones nacionales de Bellas Artes. En su caso, fue mención honorífica en 1904, cuando solo tenía 22 años, por su obra 'Sueño tranquilo'. Dos años más tarde, en 1906, obtuvo una tercera medalla en 1906 por 'Retrato de señorita' y también fue tercera medalla en 1908, precisamente con el cuadro que se expuso ahora en el Museo del Prado».

El coleccionista granadino es propietario de otra de las obras de la artista, un retrato de pequeño formato titulado 'Pensativa', sin fechar, que muestra a una joven ataviada con una falda oscura, blusa celeste y sombrero.


En mi última visita a esta entrañable pinacoteca en este mes de abril,  (auspiciada por OFECUM), estuve dialogando con Don Juan Manuel Segura sobre la pintora, y me quedaron claras muchas dudas e incertidumbres: Se ha creído ver siempre una relación directa entre el hecho de que la artista acabara profesando como monja adoratriz en 1923 y las críticas recibidas en los ambientes más puritanos de la época por haber pintado el desnudo que ahora se ha exhibido en la pinacoteca nacional. «Es completamente incierto», afirma Segura. «La decisión de ingresar en el convento de las adoratrices de Madrid, no en el de Córdoba como también se ha dicho erróneamente, fue muy posterior, y no es consecuencia de la repercusión del cuadro».

Añade que Aurelia Navarro continuó con su carrera artística sin problemas y residiendo en Granada durante 15 años. «El ingreso en el convento tuvo lugar por el enfrentamiento que Aurelia tuvo con su padre, cuando el pintor Tomás Muñoz Lucena, viudo, con dos hijos y su vecino en Plaza Nueva, que había sido su maestro, pidió su mano. Su padre se la negó, y en aquel año el pintor, se trasladó a Sevilla, alejándose también de la ciudad de Granada». La revista “Granada Gráfica” dio noticia del traslado del maestro, una figura eminente dentro del ambiente artístico de la época, profesor además en el Instituto Padre Suárez.

La obra 'Desnudo de mujer' tiene evidentes reminiscencias velazqueñas y una calidad fuera de toda duda. De hecho, la calificación como tercera medalla de la obra en la exposición de 1908 provocó el enfado de Julio Romero de Torres, uno de los miembros del jurado, que argumentó lo insuficiente del premio, ya que, según el artista cordobés, merecía un más alto galardón.


Desde el punto de vista estilístico, las obras de Aurelia Navarro son deudoras de las de su maestro. «Podrían estar firmadas por él», afirma. Aunque no fue el único guía en el arte que tuvo, ya que antes fue alumna de José Larrocha. Tras profesar, abandonó el mundo pero no el arte. En Alcalá de Henares fue maestra de novicias, y al estallar la guerra civil se trasladó a Córdoba, donde vivía su hermano, médico famoso, y donde está enterrada.

Y en este punto, queda por aclarar un misterio en torno a ella. Según afirma Juan Manuel Segura, se decía que Aurelia tuvo un contacto muy directo con las Carmelitas Calzadas, convento muy próximo a su casa, y que pintó algunos cuadros para ellas. Estos cuadros estarían sin firmar, por lo que es posible que en dicho convento se encuentren emboscadas algunas obras de esta artista granadina.

"Pensativa" (la joya de Casa Ajsaris)


NITO

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Periódico “El País”

Diario “IDEAL”

Wikipedia