sábado, 19 de diciembre de 2020

EL ENIGMA DE LA ESTRELLA DE BELÉN

 


LA ESTRELLA DE NAVIDAD VUELVE  EN 2020

Este 21 de diciembre, cuando caiga la noche, el cielo  nos regalará uno de los eventos  astronómicos más esperados y más espectaculares del año.  La aparente superposición de los gigantes gaseosos Júpiter y Saturno, en una impresionante conjunción, hasta el extremo de aparentar  ser una estrella. Y esto no volverá a ocurrir de nuevo hasta el 15 de Marzo de 2080: ¡Qué casualidad en el día de mi cumpleaños…!  -(¿Dónde estarán mis átomos…?)-

Fue en el año 1226 cuando, en plena Edad Media, estos dos planetas de nuestro sistema solar se alinearon por última vez. Aquellos afortunados antepasados pudieron ver algo que nosotros veremos en unos días: La unión de Júpiter y Saturno en el cielo.

Tras más de 800 años, estos planetas podrán verse de nuevo en el firmamento tan unidos, que parecerán una sola estrella brillante. Tan cerca, que un meñique de la mano, con el brazo extendido, cubrirá fácilmente a ambos: Una décima de arco (seis minutos de arco. Por suerte, se podrá ver en todo el mundo, aunque en las zonas cercanas al ecuador, será  mucho más fácil detectarlo


¿COMETA, SUPERNOVA O CONJUNCIÓN PLANETARIA?

 Desde hace siglos la humanidad  trata de explicar la naturaleza de la guía de los Reyes Magos.

Según la tradición popular, hace unos 2.000 años Melchor, Gaspar y Baltasar siguieron una estrella que los llevó a Belén, donde estaba el recién nacido Niño Jesús. Así se recoge en el Evangelio de San Mateo, según el cual unos magos llegados de Oriente preguntaron “¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”.



No hay ningún registro sobre el testimonio visual del fenómeno, según explica el análisis de Salvador J. Ribas, director científico del Parc Astronòmic de Montsec en Lleida. Solo los textos religiosos de la vida de Jesucristo han hablado de la estrella. Pero no aclaran su naturaleza.
El enigma en torno a qué fue la Estrella de Belén lleva siglos sobre la mesa. Se han encontrado escritos del siglo X que hablan del fenómeno o pinturas, como la Adoración de los Reyes Magos de Giotto de 1304, donde se encuentra representada como un cometa atravesando el cielo. Incluso el astrónomo Johannes Kepler, padre de las leyes del movimiento de los planetas, trató de encontrar una explicación científica del fenómeno cerca del año 1600.

Giotto.- La Adoración de los Reyes Magos

En la actualidad, algunas de la hipótesis que buscan dar una explicación a qué fue lo que guio a los Reyes Magos hasta Oriente apuestan por la ocurrencia en esa época de un fenómeno visual llamativo. Son las teorías que defiende el astrofísico Mark J. Kidger.

El investigador empleó un método lógico para plantear tres tipos de hipótesis a la hora de resolver el enigma:

a)    La Estrella de Navidad es un mito y probablemente jamás existió.

b)    La Estrella de Navidad es un suceso milagroso y por tanto no se puede explicar bajo la perspectiva científica.

c)    O la Estrella de Navidad fue un suceso astronómico real y sólo es cuestión de tiempo determinar cuál de entre las diferentes hipótesis posibles es más probable.

Basándose en la última opción, Kidger hace referencia a una triple conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno. Ambos planetas se alinearon en tres ocasiones en el año 7 a.C.,  fenómeno poco común que habría llamado la atención a los astrónomos del momento. Además se produjo sobre la constelación de Piscis, de gran importancia para el pueblo judío. Unos meses más tarde, también se aproximaría Marte a la conjunción y todo ello aún en Piscis.

Sólo los textos religiosos de la vida de Jesucristo han hablado de la estrella

Otras explicaciones que valoran los expertos es la aparición de un objeto muy brillante que podría haber sido un cometa o una nueva estrella. Fueron astrónomos chinos y coreanos quienes dataron la existencia de un po-hsing (cometa sin cola) en el año 5 a.C.  Según expone Kidger en su análisis supuso la aparición de un nuevo punto luminoso en el cielo.

Pero ocurrió otro evento, el cual también habría hecho a los astrónomos estar atentos al cielo, según propone el astrofísico Michael Molnar que, en su explicación, defiende que no fue tanto un fenómeno espectacular o novedoso, sino algo más místico para los pensadores de esa época. “Los textos bíblicos hablan de que un grupo de sabios que vio la estrella y se desplazó. No parece que fuera algo muy evidente para todo el mundo”, dice Ribas.

Navidad de 2020, año del Coronavirus: "Gloria a Dios en las 
alturas y buena voluntad entre los hombres de la Tierra"

Molnar sugiere una configuración de planetas que se produjo en el año 6 a.C. que según las creencias dominantes se relacionaba con el pueblo judío. Molnar habla de dos ocultaciones de Júpiter tras la Luna ocurridas en el 6 a. C. en Aries que señalarían el nacimiento de un importante rey de los judíos. Según explica el astrofísico, en la tradición griega el símbolo asociado a Siria y Judea era Aries y no Piscis.

Para Ribas, y en base a la hipótesis de Kidger y la de Molnar, los eventos astronómicos habrían hecho que Reyes Magos estuvieran especialmente pendientes del cielo y la aparición de la estrella descrita por chinos y coreanos “les pudo hacer pensar que el Mesías del pueblo judío había llegado”.

Pero según afirma el astrónomo es difícil apostar por una explicación o por otra y de momento el debate sigue abierto. Sí se ha logrado, en cambio, descartar algunas explicaciones propuestas en un inicio como fue la del cometa Halley. Era una de las hipótesis que más a menudo se habían tenido en cuenta pero según cálculos recientes el cometa pasó hacia el año 12 a.C., fecha incompatible con la observación de los astrónomos chinos.

Adoración de los Reyes Magos de Eugenio Cajés,1625


NITO

 

BIBLIOGAFIA:

El Periódico.com

Nacho Pèrez

La Vanguardia

LEYRE FLAMARIQUE