viernes, 30 de agosto de 2019

AL-MANDARI: EL GRANADINO QUE FUNDÓ TETUÁN


El castillo de Píñar
Lo vio venir y no se fiaba ni de su sombra. ¡Qué inteligente! ¡Qué valiente…! ¡¿De qué pasta estaban hechos aquellos hombres de la frontera…?!

Callejero de Píñar

Al-Mandari Alcaide de Piñar
Las Capitulaciones para la entrega de Granada celebradas en Santa Fe en 1491 fueron acogidas por muchos granadinos como esperanzadoras, en la sana convicción de que les depararían una coexistencia cordial con los invasores cristianos. Otros en cambio, como Sidi Alí al-Mandari, el valeroso alcaide de la fortaleza de Píñar, habían comprendido desde el primer momento que ello era prácticamente imposible. Tras la caída de toda la comarca de los Montes Orientales en 1485, nuestro protagonista no quiso ver lo que vendría después. Ni aceptó la sumisión del vasallaje a los cristianos, ni acometió la tarea numantina, heroica pero inútil, de la defensa de Granada. (1).

Tetuán desde su Alcazaba

Desde el castillo de Píñar como cada noche, Al-Mandari  podía ver el fuego de Torrecardela que controlaba la zona del río Fardes y la Hoya de Guadix a través de las atalayas de Pedro Martínez. Este espacio fronterizo de Barylat (Los Montes), estuvo constantemente puesto a prueba ante los cada vez más frecuentes ataques castellanos.
“Pero  esta noche será la última guardia del Castillo de Píñar en manos de árabes, Ala así lo ha querido y por la mañana partiré con algunos de mis mejores y más fieles guerreros nazaríes rumbo al exilio en tierras africanas. El abandono de esta fortaleza lo hago voluntario. No seré un títere más dentro de este circo de codicia y cobardía. El destino del Castillo la historia lo escribirá, pero mi destino lo escribiré yo con pulso firme en otras tierras”.

 Abúl Hassan Áli Al-Mandari Al-Garnati, conocido como Sidi Al- Mandari o simplemente Al-Mandari, fue poco después el fundador de Tetuán en Marruecos. (2)

La alcazaba de Tetuán  (foto tomada en 1942)

ALI AL-MANDARI, SIDI MANDRI (APROX 1450 - 1540)

Abu al-Hasan 'Ali al-Manzari al-Garnati al-Titwaní, más conocido como Sidi Mandri fue un militar de alto rango de los ejércitos nazaríes leales a Boabdil, además del último alcaide del poderoso castillo de Píñar, habiéndola rendido a los Reyes Católicos en 1485. Tras la caída de toda la comarca de los Montes Orientales, al-Mandri no aceptó la sumisión del vasallaje a los cristianos y se exilió a Marruecos, gobernado por los wattasíes.

Las murallas de su Alcazaba
Después vendrían Las Capitulaciones
El sentimiento de derrota se vio agudizado por el cautiverio del monarca nazarí que había caído en poder de los cristianos tras el cerco de Lucena en 1483, llevaron a Al-Mandari y a un grupo de fieles y bravos guerreros a ponerse a servicio del señor de Marruecos, en constante lucha con las guarniciones portuguesas.

Su papel en el reino de Granada y su pasado es una incógnita de la que sólo se conocen algunos datos proporcionados por León el Africano. Todo apunta a que Al-Mandri pertenecía a una noble familia granadina, siendo su abuelo Alí-Abd Allah Muhammad Al-Mandari según se cita en un documento fechado en el 1476 y que al parecer el cargo de alcaides de la fortaleza de Piñar, lo habrían ostentado otros miembros de su familia anteriormente.

Estuvo casado con una sobrina de Aben Comixa llamada Fátima quien sería apresada por Alonso de Cárdenas cuando vadeaba el río Genil y conducida hasta Pinos Puente, donde le aguardaba el Conde de Tendilla quien la encerraría en Alcalá la Real, hasta que fue libertada gracias a la mediación del propio Boabdil.

Acompañado por sus tropas y otros refugiados hispano-musulmanes se asentaron en el conjunto de ruinas que formaba Tetuán que había sido arrasada en el siglo XIV y XV por castellanos y portugueses respectivamente. Ochenta granadinos nazaríes comenzaron a construir casas en la parte denominada Al Balad, pero eran hostigados por la tribu de los Beni Hozmar, que reivindicaban la propiedad de este lugar. Informaron al sultán Mohammad Ach-Chaikh Al Wattassi quien les prestó unos soldados para protegerles además de escribir al gobernador de Chauen -otra población formada por gentes venidas de al-Ándalus- para que enviara a una persona competente que construyera una muralla defensiva. Mohammed ben Ali Al Mandari, un comandante de origen andalusí unió la ciudad, de la que fue gobernador y arquitecto. Es considerado como el verdadero fundador.
A los granadinos exiliados se debe la refundación de Tetuán y la
reconstrucción de la parte más antigua de su medina bajo la dirección de Sidi Mandri que la gobernó desde 1485 hasta su muerte.

Las mazmorras de Tetuán

Sidi Mandri fue un personaje longevo y a diferencia del resto de su vida anterior de la que pocos detalles se conocen, su muerte si puede fecharse de un modo casi exacto ya que el misionero sevillano Fernando de Contreras, redentor de cautivos, presenció los últimos años de vida del refundador de Tetuán al que pretendía convertir al catolicismo y que  sirvió posteriormente como mediador entre  Hasen Al –Mandari –su yerno- y la corte hispana. Fernando de Contreras relató a Sidi Mandri noticias de su lejana y querida Granada a la que nunca pudo regresar. (3)

Plano de la Alcazaba de Tetuán

Nota.- En recuerdo de tan importante contribución que hicieron los exiliados de Píñar a la historia de Tetuán, ambas localidades están hoy hermanadas.
¡Ah, y no, no es toda la historia de este personaje…! En breve contaremos cómo este bravo guerrero, que  gozó de una larga vida, fomentó y protegió el corso y se casó en segundas nupcias con Al Hurra, de origen andalusí, la mujer pirata mas terrible del mediterráneo occidental.


 BIBLIOGRAFIA.-
 (1) "Nuevas siluetas granadinas" de César Girón y Mª Dolores Fernández- Fígares.
(2) "Leyendas de nuestros pueblos" de José Manuel Fernández Martín
(3) Del legadonazariblog

NITO


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