El castillo de Píñar
Lo vio venir y no se fiaba ni de su
sombra. ¡Qué inteligente! ¡Qué valiente…! ¡¿De qué pasta estaban hechos
aquellos hombres de la frontera…?!
Callejero de Píñar
Al-Mandari Alcaide de Piñar
Las Capitulaciones para la entrega de
Granada celebradas en Santa Fe en 1491 fueron acogidas por muchos granadinos
como esperanzadoras, en la sana convicción de que les depararían una
coexistencia cordial con los invasores cristianos. Otros en cambio, como Sidi
Alí al-Mandari, el valeroso alcaide de la fortaleza de Píñar, habían
comprendido desde el primer momento que ello era prácticamente imposible. Tras
la caída de toda la comarca de los Montes Orientales en 1485, nuestro
protagonista no quiso ver lo que vendría después. Ni aceptó la sumisión del
vasallaje a los cristianos, ni acometió la tarea numantina, heroica pero
inútil, de la defensa de Granada. (1).
Tetuán desde su Alcazaba
Desde el castillo de Píñar como cada
noche, Al-Mandari podía ver el fuego de Torrecardela que controlaba la
zona del río Fardes y la Hoya de Guadix a través de las atalayas de Pedro
Martínez. Este espacio fronterizo de Barylat (Los Montes), estuvo
constantemente puesto a prueba ante los cada vez más frecuentes ataques
castellanos.
“Pero esta noche
será la última guardia del Castillo de Píñar en manos de árabes, Ala así lo ha
querido y por la mañana partiré con algunos de mis mejores y más fieles
guerreros nazaríes rumbo al exilio en tierras africanas. El abandono de esta
fortaleza lo hago voluntario. No seré un títere más dentro de este circo de
codicia y cobardía. El destino del Castillo la historia lo escribirá, pero mi
destino lo escribiré yo con pulso firme en otras tierras”.
Abúl Hassan Áli Al-Mandari
Al-Garnati, conocido como Sidi Al- Mandari o simplemente Al-Mandari, fue poco
después el fundador de Tetuán en Marruecos. (2)
La alcazaba de Tetuán (foto tomada en 1942)
ALI AL-MANDARI, SIDI MANDRI (APROX 1450
- 1540)
Abu al-Hasan 'Ali al-Manzari al-Garnati
al-Titwaní, más conocido como Sidi Mandri fue un militar de alto rango de los
ejércitos nazaríes leales a Boabdil, además del último alcaide del poderoso
castillo de Píñar, habiéndola rendido a los Reyes Católicos en 1485. Tras la
caída de toda la comarca de los Montes Orientales, al-Mandri no aceptó la
sumisión del vasallaje a los cristianos y se exilió a Marruecos, gobernado por
los wattasíes.
Las murallas de su Alcazaba
Después vendrían Las Capitulaciones
El sentimiento de derrota se vio
agudizado por el cautiverio del monarca nazarí que había caído en poder de los
cristianos tras el cerco de Lucena en 1483, llevaron a Al-Mandari y a un grupo
de fieles y bravos guerreros a ponerse a servicio del señor de Marruecos, en
constante lucha con las guarniciones portuguesas.
Su papel en el reino de Granada y su
pasado es una incógnita de la que sólo se conocen algunos datos proporcionados
por León el Africano. Todo apunta a que Al-Mandri pertenecía a una noble
familia granadina, siendo su abuelo Alí-Abd Allah Muhammad Al-Mandari según se
cita en un documento fechado en el 1476 y que al parecer el cargo de alcaides
de la fortaleza de Piñar, lo habrían ostentado otros miembros de su familia
anteriormente.
Estuvo casado con una sobrina de Aben
Comixa llamada Fátima quien sería apresada por Alonso de Cárdenas cuando
vadeaba el río Genil y conducida hasta Pinos Puente, donde le aguardaba el
Conde de Tendilla quien la encerraría en Alcalá la Real, hasta que fue
libertada gracias a la mediación del propio Boabdil.
Acompañado por sus tropas y otros
refugiados hispano-musulmanes se asentaron en el conjunto de ruinas que formaba
Tetuán que había sido arrasada en el siglo XIV y XV por castellanos y
portugueses respectivamente. Ochenta granadinos nazaríes comenzaron a construir
casas en la parte denominada Al Balad, pero eran hostigados por la tribu de los
Beni Hozmar, que reivindicaban la propiedad de este lugar. Informaron al sultán
Mohammad Ach-Chaikh Al Wattassi quien les prestó unos soldados para protegerles
además de escribir al gobernador de Chauen -otra población formada por gentes
venidas de al-Ándalus- para que enviara a una persona competente que construyera
una muralla defensiva. Mohammed ben Ali Al Mandari, un comandante de origen
andalusí unió la ciudad, de la que fue gobernador y arquitecto. Es considerado
como el verdadero fundador.
A los granadinos exiliados se debe la
refundación de Tetuán y la
reconstrucción de la parte más antigua
de su medina bajo la dirección de Sidi Mandri que la gobernó desde 1485 hasta
su muerte.
Las mazmorras de Tetuán
Sidi Mandri fue un personaje longevo y a
diferencia del resto de su vida anterior de la que pocos detalles se conocen,
su muerte si puede fecharse de un modo casi exacto ya que el misionero
sevillano Fernando de Contreras, redentor de cautivos, presenció los últimos
años de vida del refundador de Tetuán al que pretendía convertir al catolicismo
y que sirvió posteriormente como
mediador entre Hasen Al –Mandari –su
yerno- y la corte hispana. Fernando de Contreras relató a Sidi Mandri noticias
de su lejana y querida Granada a la que nunca pudo regresar. (3)
Plano de la Alcazaba de Tetuán
Nota.- En recuerdo de tan importante contribución que hicieron los exiliados de Píñar a la historia de Tetuán, ambas
localidades están hoy hermanadas.
BIBLIOGRAFIA.-
(1) "Nuevas siluetas granadinas" de César Girón y Mª Dolores Fernández- Fígares.
(2) "Leyendas de nuestros pueblos" de José Manuel Fernández Martín
(3) Del legadonazariblog
NITO
.
5 comentarios:
Muy interesante,como todo lo que públicas amigo Nito.
Gracias y un abrazo
Me gusta que sigas dándole al teclado... y a la cabeza. Muy interesante!
Mi calle en Tetuan llevaba el nombre del honorable alcalde y guerreo Sr. Al Mandri.
Descanse en Paz. Gran hombre.
Muchas gracias Riaouia, por tu comentario. Nos estimula mucho saber que nos leen desde tan lejos(pero tan cercano en los sentimientos). Salaam...¡
Infinidad de gracias por este interesante artículo.leerle ha sido de mi real agrado
Publicar un comentario