El ayuntamiento cumplió su compromiso y repartió una tonelada de habas verdes, cuatro mil saladillas y botellín de agua mineral, en ecológicas bolsas, a todos los romeros que sin temer al frío ni a la lluvia, se atrevieron a subir a la Abadía este primer día de Febrero. Escamotearon el vino para evitar lo de siempre: Que hasta los gitanillos de teta se descolgaran del Sacromonte, atropellaran los controles de avituallamiento en busca del vino "pa su papa que está parao" y tiraran las botellas de agua y el pan en la calle.
Pero ¿sabíais que hasta la repercusión ideológica de los hallazgos de Valparaiso, la fiesta de San Cecilio se celebraba el 15 de Mayo de cada año?
Fue la tercera placa de las planchas púmbleas encontradas en el Sacromonte lo que determinó su paso al primer día de febrero, fecha en que, según este documento, tuvo lugar el martirio de este Santo Varón.
¡Granada...! ¿Y ahora qué...? -Pues ná, a esperar La Candelaria con sus famosos dulces y a San Blas con sus roscos de garbanzo, que seguían a San Cecilio.
Y en los tres días que duraba la fiesta popular, se entonaba y danzaba con aquella letrilla que decía:
"Tres días tiene Granada
para cantar y bailar,
San Cecilio, la Candelaria
y San Blas"
¡Caballeros: Qué cosas tenía la Graná de mis entretelas...!
NITO
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