La restauración de la mítica fuente del monumento granadino desvela apasionantes detalles de su historia.
¿Conocen a Richard Ford? ¿Al viajero romántico inglés, visitante de la Alhambra allá por 1830…? ¡Pues cagao se vea y el agua lejos…! - que dijera Chorrojumo-. Verán, me explico: Quedó dicho en mi entrada anterior, que encontramos la Fuente del Patio de los Leones sin ellos, pero no se habían dado a la fuga como fantasiosamente malpensé, nó: Llevan cerca de dos años en restauración. Lo que me llenó de estupor, y creo que a cualquiera, fue saber que en sus respectivas zamarras, estos heráldicos leones, llevan grabada encima mucha historia, mucha mala leche -además de incultura- y amén de muchas capas de incrustaciones calcáreas.
Carmen Tienza limpiaba con su bisturí la Fuente de los Leones de la Alhambra hace unos meses, et voilá: apareció un pequeño graffiti del escritor romántico británico Richard Ford, datado en 1831. "Creía que estaba viendo visiones, más de la cuenta. Los restauradores estamos un poco obsesionados...".
“El mármol de Macael está en un "perfecto estado de conservación. Había hongos negros, algas, bacterias y líquenes incrustados…”
Éstas sorpresas da escarbar en el pasado. El del hispanista londinense ha sido el último de una serie de misterios y secretos que encierran los leones más famosos de Granada. Para quitarles la costra acumulada desde el siglo XIV hacen falta dos años. Tras nueve meses desde que los técnicos se llevaron once leones (uno ya estaba restaurado), los liftings, presupuestados en 550.000 euros, van viento en popa.
A estos leones, al igual que los caballos míticos de Ben-Hur –Aldebarrán, Antares, Rigel, Altair… les han bautizado: Félix, Melanie, Olivia, rey Gudú, Calimero... Cada uno tiene diferentes gestos, con más o menos fiereza. Son de una factura única y representan el poder político del segundo mandato de Mohamed V (1362-1391). Estos días descubren sus rostros ocultos.
“La costra acumulada soporta hasta 15 capas de carbonato cálcico de un centímetro y medio. El trabajo requiere infinita paciencia y meticulosidad. Debe hacerse a mano con pequeños tornos y bisturís para respetar el mármol de Macael (Almería), que ha logrado mantenerse en un perfecto estado de conservación después de seis siglos. La función es preservar de la intemperie, pero la edad debe permanecer. No somos limpiadores asesinos que tiramos de la química", ríe Tienza. "Había hongos negros, algas, bacterias y líquenes incrustados”.
Junto al graffiti de Ford, la taza de la fuente alberga muchos otros: PPM, LMF, NY, (¿Por qué Alá no les secó sus manos impías...?). En el interior de la taza, hay zonas rosáceas y violáceas formadas por las algas, y que la tradición atribuye a la matanza de los Abencerrajes. -"Desalojamos leyendas", apunta Tienza. El valor de los leones es incalculable y lo convierte en "la joya de la corona" del monumento nazarí.
A medida que son examinados, brotan más detalles de su fisonomía: Una cabeza más gruesa, un pecho más henchido... Los relieves están diferenciados y tres de ellos poseen un triángulo enigmático sobre el que existen diferentes teorías. ¡Por Dios, lector: No creo que se refieran al símbolo de La Trinakria, o lo que es lo mismo: ¿A que Manuel Espadafor va tener razón…?
NITO
1 comentario:
Está contrastada la sagacidad de los asiduos lectores de la Murga, pero si algún otro penetra en estas bellas páginas e ignorara la mitología, sepa que la Trinakria es el símbolo de Sicilia
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