VISITA A TENERIFE

Visita a la isla chicharrera

Bonita y variada, en verdad, la visita a la isla chicharrera. Ya nos encargamos nosotros (al margen de lo progamado) de ver el máximo de rincones posibles. El tiempo también fue variado: Sol, viento, lluvia y frío en las alturas...

No me gustó la extrapolación que hacen en los hoteles del Caribe de cara al turismo europeo: Todo tiene que ser ritmo, todo tiene que ser tumbonas y playa, todo tiene que oler a ron y daikiris y mucho "Loro -Park"... ¡Con la identidad tan linda que tienen por ellos mismos...!

Poseen numerosos museos de historia, ciencias, navegación... ¡Un tesoro en cada ciudad...! Como en éste, donde se muestra el cañón denominado "Tigre" que según la tradición, hundió el navío de Nelson en 1797 cuando quiso invadir la isla y que le costó un brazo y su segundo mal encuentro con los españoles.

La flora, lujuriosa y variada al concentrar un patrimonio vegetal de unas 140 especies exclusivas de Tenerife, que nos muestra la mayor relación de endemismos florísticos de la denominada Macaronesia. Como ejemplo, visitamos el Drago milenario en el pueblito de Icod de los Vinos, en el valle de La Orotava. Árbol mítico, casi un fósil viviente, de linfa roja que los antiguos guanches usaban para embalsamar a sus muertos.

No podíamos dejar de subir a Las Cañadas del Teide, pero optamos por hacerla de noche, para comtemplar la puesta de sol en el Teide, que es única en el mundo y contemplar, más tarde, su cielo estrellado con la explicación de un astrónomo del cercano Observatorio, lo mejor del viaje para mí. Huelga decir que se nos cayó el forrillo de los güevos, al soportar los 2 grados bajo cero y el helado viento.

NITO