NO es la primera vez que en esta “Murga” se habla
del tranvía de Granada y de su creador: Digamos que es un tema recurrente.
(Aquí dejo un enlace para que puedan releer la última entrada de 22 de Mayo de 2021
si les place [*] )
El 14 de
Febrero de 1999 se cumplió un cuarto de siglo de la desaparición de los
tranvías de Granada. Nicolás Escoriaza, su implantador, fue uno de los
modernizadores de Granada y uno de los personajes que influyeron más
decisivamente en la trayectoria de la ciudad de principios del pasado siglo. Un
personaje importante, crucial para nuestra ciudad, del que no podemos dejar de
hablar siempre que tratemos de temas granadinos; y más cuando hablemos de los
tranvías eléctricos que no hace mucho paseaban por nuestras calles.
Cupo a nuestra ciudad la dicha de ser una de las
pocas ciudades españolas que se beneficiaron de la presencia del tranvía. Y
puede decirse que nuestro particular Escoriaza, el asignado por la historia
para Granada, fue Nicolás Escoriaza y Fabio, que llegó a principios del siglo XX,
con apenas 35 años cumplidos, con la intención después hecha realidad, de
implantar los tranvías. Un medio de transporte del que durante casi 70 años
hicieron gala Granada y los pueblos del entorno.
Sólo una década estuvo Nicolás Escoriaza en
Granada, pero dejó una huella tan profunda, una impresión tan notable, que aún
muchos años después de su marcha, los granadinos siguieron recordando su paso
por esta ciudad. Ahora un cuarto de siglo después de la desaparición del
tranvía, se empieza a hablar de su recuperación, al menos, en su idea como
medio de transporte, ecológico, barato, eficaz y moderno.
Como hace un siglo, y para nuestra esperanza, el tranvía (en su versión Metro) vuelve a abrirse camino como el mejor medio de locomoción urbana para el futuro, ante el colapso absoluto que viven nuestras ciudades.
Y SI POR ESTO FUERA POCO…
Un frondoso paseo lleno de árboles a un lado y
palacetes al otro. Un lugar con magia que recuerda la historia reciente de una
Granada que empezaba a modernizarse como el resto de Europa. Seguro que, al
pasear por este bulevar, has rememorado –y sin proponértelo- pasajes de tu
propia vida ligada a esta Granada fascinante. La estampa es privilegiada.
En el Paseo del Salón hay una casa que llama la
atención sobre el resto. Su color inmaculado combina con las formas y curvas de
la arquitectura nazarí. Sus yeserías y pequeñas columnas de mármol recuerdan a
los palacios de la Alhambra y su torre a la de los Picos.
Lo levantó el arquitecto Modesto Cendoya y fue un capricho de Nicolás de Escoriaza. El
vizconde y empresario que promovió la electrificación de los antiguos tranvías
de Granada. Un cableado que unía el centro de Granada y distintos pueblos del
cinturón.
Nicolás de Escoriaza comenzó la construcción de
su mansión por el 1905, dos años más tarde de la adquisición de la sociedad
francesa “Tramways de Granade et Murcie”, con la que trabajó en la ciudad de la
Alhambra. Aunque, no debió disfrutar mucho esta vivienda, ya que gestionaba
también el tranvía de Zaragoza, construyó el de Cádiz y poseía varias
propiedades de lujo en distintas ciudades, por las que no paraba de viajar.
Pero la
figura de este hombre va mucho más allá de este palacete un siglo después de su
actividad. La cuesta que llega a la Alhambra desde el Paseo del Salón, lleva
también su nombre.
Y es que, Nicolás de Escoriaza poseía toda esa zona, entonces huertas no urbanizadas -antigua Huerta de la Estefanía-. Creó parcelas para la clase noble y construyó una vía por la que más tarde pasaría el tranvía que él promovió: La Cuesta de Escoriaza.
No se había cumplido ni un mes de la inauguración
del tranvía en Granada, concretamente en julio de 1904, cuando su gerente,
Nicolás Escoriaza, anunciaba “la
conexión con la Alhambra a través de un funicular que partiría desde la Carrera
del Darro junto a los Baños Árabes y que llegaría hasta las inmediaciones de la
Alhambra”, según las crónicas de la época.
La historia no acaba aquí, ya que ese tranvía
estaba proyectado para ascender por la Cuesta de Gomérez, pero la oposición de
la época, por el impacto visual, hizo abandonar el proyecto. Como solución, se
introdujo el medio de transporte por la Cuesta de Escoriaza. Una idea que le
vino muy bien al Duque de Galatino, ya que estaba levantando el Hotel-Casino
Alhambra Palace.
Laberinto de Imágenes y Recuerdos. (De Juan Bustos)
Diario Granada Digital: (José Luis Moreno)
Miscelánea de Granada: (César Girón)
2 comentarios:
Como es costumbre en este blog, un trabajo bien hecho.
Gracias, Manuel: Me reconforta saber que estás pendiente de "La Murga", como corresponde a su principal lector. Un abrazo.
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