Quisiéramos traer a estas páginas, a un granadino, tan
ejemplar y esforzado como desconocido e ignorado por sus paisanos: Don José Gago Palomo, teniente coronel de Ingenieros, licenciado
en Medicina y en Derecho. Poco rastro queda, sin embargo, de su recuerdo en Granada; a mis
manos llegó una foto que muestra su nombre filigraneado en un empedrado granadino perteneciente a un
parterre del carmen albaicinero que habitó. Hombres de su temple hicieron lo imposible
por evitar la caida de nuestro Imperio Colonial.
Biografía
Gago Palomo, José. Granada, (1849 – 1908). Ingresó en
1875 en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, después de realizar
previamente los estudios de medicina y cirugía en su ciudad natal. Salía de la
citada Academia como teniente, una vez terminado el plan de formación
reglamentario, el 22 de febrero de 1879, siendo destinado al Regimiento Montado
del Cuerpo.
En junio de 1885 era destinado a Ultramar, al batallón
de Ingenieros en las islas Filipinas. Durante el mando del general Weyler como
capitán general de las Filipinas, se encargó al comandante en Ultramar Gago, la
construcción de la “trocha” de Tukurán, que tanto sirvió en las operaciones
posteriores de los generales Weyler y Blanco contra los “moros” (musulmanes
nativos).
Por lo extraordinario de su labor, fue recompensado con la Cruz de María Cristina. En 1891, regresó a la Península.
En 1893 estaba prestando sus servicios en la Comandancia de Ingenieros de Granada y en 1894 ascendía a comandante de Ingenieros. En julio de 1895 cesaba en tal situación, siendo destinado a la Comandancia de Ingenieros de Sevilla, donde permaneció hasta enero de 1896 en que se le nombraba ayudante del capitán general de la isla de Cuba, el general Weyler, isla en la que desembarcaba el mes siguiente.
Poco después de hacerse cargo de su destino como ayudante, se le mandaba a la Trocha de Júcaro a Morón para los trabajos de fortificación necesarios. Bajo su dirección (su trocha de Tukurán le sirvió de experiencia para la del Júcaro), se construyeron cincuenta torres de mampostería (una por cada kilómetro de la línea), la tala de la manigua a lo largo de la citada trocha, con un ancho de trescientos metros, un campamento permanente cada diez kilómetros, la instalación de proyectores para alumbrado de la línea, así como un tendido telefónico, dos hospitales, una línea férrea paralela a la trocha y, finalmente, otros edificios auxiliares. Esta impresionante obra la terminaba el 21 de agosto de 1897. En dos ocasiones fue atacado por partidas de los insurrectos, logrando rechazarlos e incluso perseguirlos. Como recompensa por estas acciones de guerra y por las obras realizadas, se le concedió la segunda Cruz de María Cristina.
Retirado a petición propia del servicio, se establecía
en Granada, donde se dedicó al estudio de la jardinería, reuniendo un gran
número de datos y observaciones de millares de plantas, a las que estudió
científicamente.
Estaban aún en el azaroso viaje marítimo cuando Weyler
le develó la idea de levantar la Trocha. El Comandante, en 1898, había
divulgado en la revista madrileña Memorial del Ingenieros del Ejército,
un informe donde narró de manera minuciosa el desarrollo de la compleja empresa
y su descripción técnica. Reproducimos este testimonio excepcional:
TROCHA DEL JÚCARO
Las trochas son
sencillamente líneas de bloqueo, que se destinan a interceptar el paso de
víveres, municiones y demás recursos que generalmente se emplean para atacar
puntos aislados, obligándoles a agotar sus medios de subsistencia y defensa,
sin permitirles reponerlos.
Hasta ahora a ninguna nación
más que a China se le ha ocurrido presentar al enemigo una línea continua a lo
largo de un territorio, porque los ejércitos regulares combaten en grandes
masas y esa línea necesitaría un personal numerosísimo y una organización
costosísima para tener en cada punto la resistencia suficiente para rechazar el
ataque. En la guerra de Cuba el enemigo jamás se reunió en grandes masas, sino
en casos excepcionales, para dar un golpe de mano y disgregarse después en
pequeños grupos resueltos a no combatir, que pudieran vivir sobre el país y
marchar sin impedimenta. No necesitaban, por lo tanto, líneas de
comunicaciones.
Las trochas no sólo fuesen
útiles, sino hasta necesarias en la guerra de Cuba, a no ser que España hubiera
ocupado militarmente todo el territorio, para lo que hubiera necesitado un
ejército enorme.
La
organización de esta trocha.
A la llegada del general Welter
no existían vestigios de la trocha antigua; sólo se encontraban a lo largo de
la vía férrea, en dos o tres puntos a lo sumo, restos de cimentación de
edificios de mampostería, de planta cuadrada del metro, 50 de lado, cuyo
destino no se concibe fuese otro que el de los abrigos para escucha actuales,
pero teniendo la mitad de superficie que estos últimos.
El plan del general Weyler
abarcó dos clases de obras: las permanentes, que debían subsistir durante la
paz, y las pasajeras, que sólo prestarían servicio durante la guerra.
Las principales entre las
primeras y base de la defensa y vigilancia, eran las torres que luego
describiremos, de las que debía construirse una en cada kilómetro de la línea.
La guarnición de estas torres, en tiempo de paz, sería sólo de dos o tres
hombres para su cuidado.
Cada 10 kilómetros se
construiría un cuartel con carácter defensivo para cabecera de compañía, donde
se alojaría la que tuviese a su cargo las diez torres correspondientes al tramo,
y por último, en cada una de las líneas del Norte y del Sur se construiría un
cuartel con alojamiento para dos compañías completas, que serviría de cabecera
de batallón para alojamiento del que tuviera a su cargo cada una de las líneas.
Todas estas obras debían ser
de carácter permanente y fueron designadas con el número del kilómetro en que
se habían de emplazar, desde la torre 1 hasta la torre 68, por ser éste el
número de kilómetros de la línea. Para emplazamiento de los cuarteles cabecera
de compañía se eligieron los puntos medios de la distancia entre las torres.
Para completar la vigilancia
se dotaría a las torres de una garita elevada, donde se colocaría un centinela,
y se instalaría un aparato proyector de luz para iluminar la zona
correspondiente a cada torre.
La llegada de tropas sería
continua, hasta acumular las que fuesen necesarias, utilizando la vía férrea
desde el momento en que el material de la vía estuviese disponible. Para
imprimir la mayor velocidad a toda disposición y tener noticia inmediata de
cualquier suceso, se proyectó también dotar a la línea de una red telefónica
completa, estableciendo un aparato telefónico en cada torre, enlazando cada
cinco de éstas con el campamento correspondiente y con el inmediato,
permitiendo esta doble comunicación que quedase asegurada, aun cuando por un
accidente cualquiera se interrumpiese una de ellas. Otra doble línea, con
aparatos magnetos de mayor energía, dejaba asegurada la comunicación de todos
los campamentos entre sí y con las poblaciones de Jácaro, Ciego de Ávila y
Morón. De este modo el jefe de un tramo cualquiera tendría inmediato
conocimiento de cualquier suceso y podría transmitirlo en seguida al comandante
general de la trocha, cualquiera que fuese el punto de la línea donde éste se encontrase,
y éste, a su vez, podría mandar a la vez desde cualquier punto de la línea
todas las fuerzas de la misma, como si estuviesen a su alcance.
"La Patria ha sido defendida con honor. La satisfacción del deber cumplido deja nuestras conciencias tranquilas, con solo la amargura de lamentar la pérdida de nuestros compañeros y las desdichas de la Patria".
ALMIRANTE CERVERA Y TOPETE.
FUENTES.-
-Tomado de Memorial de Ingenieros del Ejército, año LIII, No. VIII, Madrid, España, 1898.
- WIKIPEDIA
-MIS MEMORIAS DE GRANADA de Luis Seco de Lucena
-Compilación de José Antonio Quintana García: "Gago, el diseñador de la Trocha".
NITO
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1 comentario:
Hola, Nito, me gustaría poder contactar contigo para consultarte una cuestión a una entrada que publicaste en tu blog sobre La Casa de Mitra. He tratado de hacerlo a través de Facebook, pero imagino que no te acercas mucho por ahí. Si pudieras pasarme un email o algo con el que hacerte la consulta, estaría muy agradecido. Es por un tema personal, por lo que preferiría no hacerlo por aquí.
Muchas gracias y disculpa las molestias.
Saludos.
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