Vista aérea de La Rábita antes de la tragedia. Observar el puente sobre la rambla
Uno de los relatos que más
me ha impactado sobre lo que sucedió en la Rábita fue el siguiente:
Aquella noche trágica del
día 19 de Octubre 1973, la Rábita se encontraba aproximadamente en el tercer o
cuarto día de lluvias ininterrumpidas debidas a una temible gota fría que había
venido a descargar en aquella zona de Andalucía. Un camionero sin nombre se
encontraba conduciendo su tráiler esa noche cuando observó algo bastante
perturbador una vez llegó a la altura del Puente de la Rambla de Albuñol, una
gigantesca estructura emplazada justo encima del pueblo costero.
Delta originado por la avalancha. Del puente ni rastro
Lo que aquel
valiente pudo ver fue como aquellas repentinas precipitaciones habían hecho que
el cauce fluvial de la rambla arrastrase residuos sólidos y líquidos a partes
iguales, y el gran número de troncos, espeso fango y también materiales
abandonados por el cauce de aquella normalmente pedregosa y seca rambla se
habían acumulado en los ojos de aquel puente, haciendo de retén y comenzando a
llenarse si como de un pantano provisional se tratase.
El camionero dio la voz de
alarma, bajando por el camino anterior al puente hacia el pueblo y haciendo uso
de la bocina de su vehículo para avisar a cuantos más habitantes mejor. La
gente comenzó a subir hacia la carretera para ponerse a salvo, mientras otras
personas se dedicaron a continuar con la labor que había iniciado el camionero,
y agradecidos le dijeron que siguiera su marcha.
Los testigos que se
encontraban en la carretera ya a salvos, pudieron observar como el camionero
emprendía la marcha, y como cuando solo había cruzado un tercio del puente se
desencadenó la tragedia. La estructura cedió segando la vida de aquel buen
hombre que se había preocupado por los demás en un impagable gesto, y una
lengua de agua, fango y residuos sólidos de más de 4 metros de altura arrastró
todo lo que encontró en su camino.
Las labores de rescate se
llevaron a cabo enseguida, con la ayuda de todo tipo de medios incluidos
helicópteros, para salvar al mayor número de gente. 40 personas perdieron la
vida y cerca del mismo número quedaron en paradero desconocido para siempre. Mi
propio Bisabuelo que se estaba ahogando atrapado en el fango fue rescatado por
un miembro de la guardia civil que lo izó de la única parte del cuerpo que en aquel
momento era visible: la cabellera.
Sin embargo, aun en este
contexto aun había espacio para extraños casos como el de los propietarios de
una de las casas más cercanas al puente de Albuñol. Se trataba de una pareja de
ancianos que se habían resguardado sentados en una silla en un rincón de su
casa de planta baja.
.
La sorpresa de los grupos de rescate fue encontrar que la
casa de estos señores había sido literalmente triturada por la lengua de fango
a excepción de apenas dos metros cuadrados de vivienda: La esquina donde se
encontraban salvo la pareja de ancianos.
Casualidad o milagro, esto es una
verdad absoluta, junto a todo lo que os he redactado en la entrada de hoy.
Fuente:
http://www.alicanteblog.es/2007/02/tragedia-en-el-sureste-1973.html
NITO
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