El último domingo de septiembre no solo tiene olor a cera en la Carrera de la Virgen. Tiene también un aroma especial a despensa o alacena, a compotas y carne de membrillo, a nueces y azufaifas, acerolas, granadas y almecinas. Es el tributo de una tierra generosa, de unos serbales, parras y manzanos que son la alquitara natural y mágica que transforma el calor del estío en frutos en sazón, que resultan una delicia para los sentidos. ¿Es que nó, granaino...?
¿DÓNDE ESTOY…?
Si en un ambiente de feria
pregonan serbas y caquis,
acerolas y membrillos.
Cartuchos de majoletas
y almencinas con canuto
pa tirarle a las mozuelas.
y unos roscas de garbanzo,
salaillas y barretas.
¿Dónde estoy?
Uno vende matasuegras,
otro globos y trompetas,
y unos muñecos bartolos
que bailan con cordel.
El aguaor con su burra, agua
del Avellano ofreciendo va.
Otro, tortas de cabello de ángel
en platos finos de Fajalauza.
¿Dónde estoy?
Castañas, nueces y almendras
con higos de la Alpujarra.
Una vieja con gafas junto
a un árbol centenario,
sentada tras de una mesa
estampas y rosarios vende,
velas para las promesas,
medallas y escapularios.
¿Dónde estoy?
¡Dónde voy a estar…!
¡En la feria de El Campillo
hace muchos años ya,
tras el palio de la Virgen,
la Patrona de Graná…!
NITO
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