Notas previas
Descubierto
en 1920, fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931 y Bien de Interés
Cultural en 2002, aunque ha seguido perteneciendo a los herederos del antiguo
propietario del terreno
Fue objeto de una
primera excavación en 1922, de la que han desaparecido la mayoría de los restos
de decoración que se encontraron, y se volvió a excavar en 1979.
Las últimas
investigaciones realizadas han descubierto en su entorno los restos de una
villa romana por lo que en diciembre de 2002 se amplió la declaración como Bien
de Interés Cultural a toda «Zona arqueológica de la villa romana de Las
Gabias».
A finales de los noventa, el
periodista Javier Cárdenas, entonces colaborador de Crónicas Marcianas, daba a
conocer a toda España a la familia Rojas, guardianes de un baptisterio
paleocristiano erigido en el primer siglo de nuestra Era. Unos años más tarde,
era el programa de Callejeros, el que volvía a contactar con la familia a cargo
del monumento.
Los tres hermanos,
Josefina, Miguel y Encarnita, generaron todo un fenómeno que atrajo todo tipo
de turistas y curiosos a la localidad de Las Gabias, ubicada a unos diez
kilómetros de la ciudad de Granada.
El abuelo, Francisco
Serrano, fue el que en 1919, arando, descubrió lo que en un principio creyó que
era una mina. Rápidamente, el labrador, conocido en el pueblo como El
Toleo, realizó las primeras excavaciones por su cuenta, empleando para ello
varios peones de la localidad.
Resultó que aquella roca no era sino una pequeña parte de una construcción de la época del Imperio Romano. Desde entonces, la entrada del ya mítico Baptisterio Romano ha pasado de generación en generación hasta llegar a manos de los tres hermanos que se dieron a conocer en televisión. Sin embargo, ¿qué esconde aquel monumento paleocristiano y qué ha sido de sus protectores?
La cúpula emerge del
interior sobre antiguos sembrados
Medidas contra el
expolio
Encarnita fue la
última descendiente de El Toleo que quedaba con vida después
de que sus hermanos Miguel y Josefina murieran. El 12 de octubre de 2018, a los
91 años de edad, Encarna Rojas también fallecía dejando su amado Baptisterio Romano
ante un futuro incierto.
Durante años, la
familia Rojas custodió aquella entrada y cuidó el Baptisterio en honor a su
abuelo. Desde el Ayuntamiento de Las Gabias recalcan que su implicación
emocional y su afán por conservar en buen estado el monumento es digno de
agradecer. "Hay que dignificar las figuras de estas personas ya que han
hecho todo lo posible por mantenerlo limpio y conservar la custodia de
entrada", declara el técnico de Cultura del Ayuntamiento de Las Gabias a
EL ESPAÑOL.
Aparte del turismo, la fama de los hermanos Rojas también atrajo a gente que en más de una ocasión intentó forzar la cerradura. Encarnita se dedicaba a proteger aquella puerta para que nadie pudiera entrar sin consentimiento en una construcción de un valor todavía por calcular. Desde que falleció, la finca en la que se encuentra la entrada al Baptisterio Romano no goza del cariño que le profesaba su última propietaria. La maleza ha crecido y el recinto se encuentra un tanto abandonado.
Ha sido el propio
Ayuntamiento el que, sin tener una resolución clara acerca del futuro del
monumento, se ha encargado de su custodia. "Se ha llegado a cambiar el
candado y se han implantado medidas para que no se produzca ningún
expolio", comenta el técnico a este periódico.
En el vídeo que se
viralizó, el hermano Miguel comentaba que había más de 500 romanos enterrados
en el baptisterio. Asimismo, también existen leyendas místicas sobre la
aparición de espíritus y el enterramiento de tesoros, lo cual ha creado una
oleada de vandalismo que buscaba enriquecerse a través del expolio. "El
tesoro es histórico, no material", recuerdan desde el Ayuntamiento.
¿A quién pertenece
ahora?
De todos modos, los habitantes de Las Gabias son conscientes de la importancia del Baptisterio Romano. De hecho, si se precisara, técnicamente sería un Criptopórtico en lugar de un baptisterio. El monumento en ningún momento sirvió para bautizar a los romanos y la entrada es solo una pequeña parte de un complejo mayor.
El pasillo
El yacimiento, en su
totalidad, está compuesto por dos partes: una villa de la época romana tardía y
el edificio subterráneo, es decir, el criptopórtico que comúnmente es
confundido con el baptisterio. Se accede a través del derrumbe parcial de un
largo corredor o galería con bóveda de cañón, hecha de mampostería, como los
muros que la sostienen. Sus dimensiones son de 2,10 metros de ancho por 2,80
metros de altura. La longitud, por otra parte, es de 30,50 metros.
Escalera del criptopórtico.
Ayuntamiento de Las Gabias.
De todas estas fincas
que albergan restos romanos, tres de ellas están registradas con derecho de
propiedad de la Junta de Andalucía. Es una cuarta, la entrada, la que seguía en
manos privadas. Tras la muerte de su última propietaria, la entrada al
criptopórtico es responsabilidad de la Delegación de Hacienda y según indican
desde el Ayuntamiento "están dilucidando si pasa a ser de propiedad
estatal, autonómica o municipal —en caso de la no existencia del herederos
privados—". Tampoco podría visitarse puesto que la entrada no cuenta en
estos momentos "con todas las garantías necesarias".
No obstante, el Ayuntamiento
espera que pronto pueda haber una resolución que les permita actuar en el mal
llamado Baptisterio Romano del siglo I. "Tanto la alcaldesa como la
Concejalía de Cultura tienen ganas de llevar a cabo un proyecto serio y avalado
por profesionales del mundo romano para investigar a fondo este recinto",
señala el técnico de Cultura.
Parte de los restos aparecidos en 1920
¿Qué falta por saber?
Tal
y como considera la antropóloga Natalia Santiago, actualmente hay una clara
falta de investigación y de excavación completa del criptopórtico. Un ejemplo
de ello sería la falta de información de la posible existencia de una segunda
planta a la que se accede por las escaleras de caracol y que se ubica justo
debajo del criptopórtico.
El proceso de estudio del Baptisterio Romano ha sido complicado desde su descubrimiento entre los años 1919 y 1920. Después de las excavaciones privadas de Francisco Serrano, fue el reconocido arqueólogo Juan Cabré el encargado de descifrar las incógnitas de un hallazgo que él calificó como Baptisterio Bizantino. En este proceso, se hallaron teselas de mármol blanco con restos de policromo, restos escultóricos y placas de mármol con motivos florales.
Acceso hoy al Criptopórtico
de Las Gabias
El conflicto entre los
poderes públicos y las propiedades privadas, las cuales han ido expropiándose
con el paso de los años, siempre ha sido un inconveniente en este sentido. En
un informe de la década de los ochenta facilitado por la Concejalía de Cultura
y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se menciona que los "absurdos"
e "incomprensibles" trámites burocráticos impidieron en su momento la
tan necesaria excavación.
Según escribe la
antropóloga, la familia Rojas podría haber modificado ciertos elementos del
criptopórtico desde su hallazgo. Para más inri, 1995 fue el año en que se
detuvieron las investigaciones más exhaustivas de este complejo paleocristiano,
por lo que todavía quedan muchos datos por recopilar.
Ahora, el Ayuntamiento
espera poder realizar una nueva iniciativa que por fin pueda responder a todo
lo que falta por saber sobre este histórico y polémico Baptisterio Romano del
siglo I. Al fin y al cabo, recordando las palabras de la difunta
Encarnita, ¿a quién no le va a gustar?
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