Todo el mundo quedó
impresionado al contemplar en la Tele
cómo el campanario de la iglesia de Sant Pere de Rosselló (Lleida) se ha
derrumbado este viernes por la mañana.
A mi me dio por pensar en
unos monumentos granadinos que están al borde de la extremaunción: En
septiembre del año pasado, un informe de la UNESCO dejaba al descubierto todos
los incumplimientos que en materia de conservación se estaban registrando en
Granada. En ese 'documento advertencia' se requería resolver «con rapidez» el
expediente de la rehabilitación de la iglesia de San Nicolás, San Andrés, San
Luis, Alminar de San José… ¿Estaremos esperando a que
se desplomen…? Advierto que a algunos les falta muy poco.
El arco de herradura más antiguo de Granada
Y en estas estaba cuando me
acordé de un trabajo-denuncia realizado recientemente por GranadaiMedia sobre el
Alminar de San José.
El alminar de San José, en
el Albaicín, lleva años cerrado al público. El deterioro de algunas zonas de la
torre milenaria es evidente. Los vecinos, en su día, reclamaron sin éxito su restauración.
Quienes han accedido al
interior de uno de los monumentos más antiguos de la Granada musulmana (lo han
hecho Calleja y Miguel Ochando, los
chicos de GranadaiMedia), dicen que el alminar de San José, la torre, permanece
cerrada al público desde hace años y su interior presenta un visible estado de
deterioro.
Con al menos un milenio de
historia, el singular alminar, situado en la calle de San José y declarado Bien
de Interés Cultural, sirve hoy de refugio a las palomas que anidan en los
escalones.
“El arqueólogo e historiador
Manuel Gómez Moreno señalaba en su Guía de Granada que la torre, separada de la
Iglesia, construida esta última sobre la desaparecida mezquita al-Murabitín (de
los morabitos o ermitaños), pudo haber sido levantada antes del siglo X, en
concreto alude a la existencia de elementos arquitectónicos que pueden
pertenecer al siglo VIII, si bien el arquitecto Leopoldo Torres Balbás data la
obra en su conjunto en el siglo XI, a excepción del campanario, la seña de
identidad cristiana.
Vistas a la Alhambra. Obsévese "el campanazo" que en su día diera la pobre
Este último defiende que el
alminar se construyó durante el reinado de los primeros monarcas de la dinastía
zirí de Granada (1016-1017) por “su
semejanza con el de la mezquita mayor de la misma ciudad, desaparecido, cuyo
aspecto se conoce por un antiguo grabado de Francisco Heylan”. Su teoría también
se fundamenta en el uso del almohadillado de los sillares -mediante la técnica
de soga y tizón- que se utiliza en la
construcción del alminar y que, en opinión de Torres Balbás, data de la época
final del califato, en concreto del periodo de Almanzor; consideraciones que
rescata el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada y
doctor en Historia, Antonio Malpica Cuello, en su estudio sobre "La
expansión de la ciudad de Granada en época Almohade"
Vistas a Torres Bermejas
Pero es Manuel Gómez Moreno
quien describe con detalle el monumento (también lo he encontrado en la Guía de
Gallego Burín): “El alminar está formado por grupos de lajas de La Malahá,
dispuestos alternativamente de frente y canto, salvo su parte baja que es de
sillares de pudinga. Sólo mide, incluyendo las paredes, 5,80 metros de lado, y
en su centro hay un machón, en torno del cual se desarrolla la angosta
escalera, alumbrada por ventanillos a modo de saeteras; tiene además la
particularidad de que hacia la mitad de su altura, en el muro sur, se abre un
arco de herradura, acaso el más antiguo en Granada, y enfrente, tallado en el
machón, otro pequeñito sobre un nicho”. Y apostillaba: “nada absolutamente
tiene por fuera que excite la curiosidad, porque un enlucido oculta su
interesante fábrica”.
El campanario es la parte
que se añade en época cristiana y que, a priori, se encuentra en peor estado si
bien los muros exteriores sufren alguna que otra rozadura y tampoco se han
salvado de las pintadas. Para llegar a la parte más elevada hay que subir un
total de 50 escalones por la estrecha escalera a la que se refiere Gómez
Moreno, que rodea una gran columna central encajada en el interior del edificio.
Llama la atención los grafitos, más o menos contemporáneos, que dan cuenta del
paso de visitantes por el lugar.
Pero sobre todo las vistas
privilegiadas de la Alhambra, de su Alcazaba, y de las Torres Bermejas;
panorámicas menos conocidas del monumento nazarí e igualmente atractivas.
No hace tantos años los
vecinos del Albaicín solicitaron la restauración del alminar aprovechando el
anuncio de Manuel Chaves referido a las actuaciones que su gobierno pretendía
llevar a cabo para conmemorar el milenio de la fundación del reino de Granada,
una efemérides que se celebraba precisamente ese año. Coincidió casi en el
tiempo con la denuncia que los vecinos presentaron contra una empresa
constructora por dañar el alminar con el paso de vehículos y que acabó archivándose
por entender que los hechos no
constituían delito alguno.
La Alcazaba en pleno
El lugar desde donde se
llamaba a la oración sigue a día de hoy manteniendo el tañido de dos de las
tres campanas mediante un sistema electrónico que controla el repicar. En una
esquina del campanario permanece arrinconado el badajo de la campana de mayor
tamaño a la espera de que un día alguien le preste oídos y se restaure.
NITO
Video de GranadaiMedia
2 comentarios:
Muy familiar sería el alminar de San José a don Manuel Gómez Moreno, pues vivió justo ante él, al principio de la cuesta y placeta de San José, donde se conserva una placa de recuerdo. Interesantísimo artículo, como todos los de la Murga.
Gracias, Manuel, por tu comentario y por tu foto.
Aunque te parezca increíble, no tenía ni remota idea de la situación de la placa dedicada a Manuel Gómez Moreno... Qué oportuno, ¿eh? -Pero sobre todo: ¡Cuántas cosas sigo ignorando de esta hechicera ciudad...!
Un abrazo
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