Poco se conoce de la casa durante el periodo islámico, pero
si se sabe cuál fue el período en que fue construida la vivienda principal de
una familia importante. Más tarde fue adquirida
por Don Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, y su
esposa. El matrimonio otorgó un testamento en 1507 en el que expresó su deseo
de que se fundara un convento de monjas. En 1527 Don Fernando de Zafra, hijo de
Don Hernando, entregó oficialmente la casa al convento. La forma original de la
casa no fue modificada a través de los años, salvo cambios menores tales como el
cierre de la entrada original y la apertura de una nueva entrada que permitía
el acceso al complejo monástico vecino. En 1931 todo el convento fue declarado
histórico y artístico por el Gobierno.
Ya por 1946 la casa se
había deteriorado en general y la
Municipalidad de Granada, decidió comprarla con el objeto de evitar su ruina y
destrucción. Después de adquirir la casa el Ayuntamiento llevo a cabo una serie
de trabajos de consolidación y restauración en 1963, 1966 y 1982. El fin de
todas estas intervenciones era consolidar la estructura y restaurarla de
acuerdo con la forma original del edificio. Lamentablemente, no todos los
resultados fueron muy logrados y en algunos casos se hizo necesario realizar
trabajos adicionales para corregir los errores cometidos.
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El edificio está situado
alrededor de un patio rectangular de 383 metros cuadrados de superficie.
Existen dos pórticos en los costados más estrechos del patio y cada uno tiene
dos columnas de mármol y capiteles
cúbicos que sostienen tres arcos decorados
con cal al estilo tradicional de la época. Sobre los arcos se extienden dos
galerías. La primera ostenta detalles
decorativos de gran interés, algunos de los cuales han sido retirados y
expuestos en el museo de la Alhambra. La segunda galería tiene una vista
magnífica de la Alhambra.
En medio del patio, a nivel de la planta baja, se
encuentra un estanque rectangular con dos urnas de mármol, una de las cuales ha
sido retirada y también puede verse en el museo de la Alhambra. Se conservan
aún restos de pinturas e inscripciones de la época Nazarí en algunos de los
cielosrrasos de las galerías y cámaras internas. En la fachada posterior del
edificio, que domina la Portería de la Concepción de la calle Zafra, pueden
apreciarse detalles de adorno realizados en estuco, que revisten gran interés
histórico y artístico.
Las intenciones que se
tenían antes de emprenderse los últimos trabajos de restauración eran
restablecer en lo posible la forma de la estructura original y realizar
investigaciones para determinar las diversas transformaciones que había sufrido
el edificio durante su existencia. El restablecimiento de la estructura
original fue llevada a cabo sin eliminar los restos de construcción posterior
si ésta era representativa de un determinado período y contribuía al enriquecimiento cultural e
histórico de la casa. Por medio de la investigación fue posible analizar el
edificio de forma crítica. Siguiendo las diversas etapas históricas de su
desarrollo.
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Desde el punto de vista
estructural el estado de conservación era satisfactorio en 1987, debido en gran
medida a los trabajos de consolidación realizados después de 1963. Había sin
embargo indicios de deterioro que podían tener consecuencias graves si no se
tomaban medidas preventivas. Además no era posible concebir ninguna utilidad
para el edificio debido a su estado y sobre todo en vista de los problemas
causados por la humedad y la falta tanto de carpintería apropiada como de
maquinarias mecánicas y eléctricas. La
casa había sido perjudicada en cierto grado por los trabajos de restauración
anteriores, algunas de las cuales habían afectado su estructura.
El objetivo de algunas
modificaciones realizadas en tiempos anteriores e incluso durante la época
islámica misma era difícil de comprender y ello dificultó la determinación del
trazado original de la casa. Además de estos problemas de naturaleza
arqueológica, el edificio presentaba problemas estructurales y deterioro
físico.
Desde el punto de vista
estructural, se insinuaba el peligro solamente en el pórtico norte del patio,
donde las dos columnas se habían
apartado de la posición vertical y una de ellas se había hundido casi veinte
centímetros. Se hizo necesario liberar a estas columnas del peso que
soportaban. Exigían una pronta atención también los techos y los problemas surgidos por la humedad que infiltraba las paredes
desde el nivel del suelo (este aspecto del problema se había agravado debido a
que cuando se llevaron a cabo trabajos anteriores se había tomado la iniciativa
perjudicial de revestir las paredes con cemento).
La última restauración, de
la que se hizo cargo la Municipalidad de
Granada en colaboración con el Fondo de Cultura Aga Khan, fue llevada a cabo
aplicando los métodos tecnológicos más avanzados disponibles en ese momento. El equipo de
restauración tenía objetivos claros y no se limitó a restaurar la casa sino
también a transformar el edificio de acuerdo con las exigencias del nuevo uso
que se haría del mismo. El proyecto del Centro Artístico de Estudios Históricos
de Granada y su Reino necesitaba espacio para crear una biblioteca con salas de
lectura, una secretaría con despacho para el director y una sala de reuniones
con cabida para diez personas. Todos ellos han sido construidos en el primer
piso, utilizándose la planta baja para los acontecimientos públicos tales como
las exposiciones y congresos.
Al llevar a cabo la
restauración actual, que duró unos dos años y fue acabada a principios de 1991,
se hicieron grandes esfuerzos para no modificar la estructura del edificio o su
carácter cuando se colocaron las instalaciones y servicios modernos. La casa de
Zafra ha sido renovada de tal forma que sigue siendo un monumento histórico
pero al mismo tiempo una institución accesible y vital.
Don Antonio Almagro Gorbea
estuvo a cargo de los trabajos de restauración en nombre del Fondo Aga Khan de
Cultura.
NITO
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