Hace ya algún tiempo recibí este escrito del inolvidable murguero y finísimo amigo Fernando, “Fedor” para el Blog. Perdí su rastro, cosas de la vida. Tenía un traslado pendiente a otra ciudad y algún problema serio con la vista.
Hoy quiero dar a la luz este su último envío recibido, en el que nos muestra su siempre limpia prosa y su cortante y medida poesía.
NITO
“A diario, se presenta ante nuestros ojos incrédulos, la estampa de algún famoso, entrando ó saliendo de un juzgado, sosteniendo, en ejercicio harto difícil, una carpeta cuyo cometido es ocultar la indignidad de unas esposas que, muñeca contra muñeca, atenazan fuertemente las manos del presunto delincuente.
¡NO SEÑOR!: La indignidad no está en las esposas sino en las mientes de este personaje que, enfermo de avaricia, se ve desbordado por una ambición desenfrenada que le impide ver, como ésta, anula por completo su privilegiada inteligencia.
Buen profesional, adinerado, locuaz y dicharachero, de poco le sirve ya esa inteligencia, ahora obnubilaba, ni su fortuna, ni su buena planta, en ocasiones chulesca, pues vino a dar con sus huesos en una cárcel en la que la celda asignada será testigo de cómo, allí, nuestro “héroe”, ahoga su indecencia entre abundantes y lastimosas lágrimas…”
De ahí mi reflexión:
Al médico y al herrero,
al albañil eficiente,
al músico y al bracero,
al cerrajero,
sin olvidar al docente,
ni al cura (precisamente).
¿Sabes como yo lo quiero…?
Antes que profesional, ¡Decente !
Fernando Jiménez Risueño
FEDOR
1 comentario:
¡Cuánta verdad hay en esa reflexión! Y ¡Qué bueno es recordar las cosas buenas!
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