El Tour de Francia ha demostrado una y otra vez la dureza de una montaña como el
Alpe de´Huez, con míticos ascensos e irrepetibles hazañas de algunos de los
ciclistas más grandes de la historia. Sin embargo, la ronda gala no es la única
prueba ciclista que ha tenido lugar en la mítica cima francesa, ni tampoco la
única capaz de ofrecer un genial espectáculo al
espectador.
Lo
ha demostrado el ciclista Nico Quéré, que montó una cámara en su bicicleta para
demostrar la exigencia, y al mismo tiempo la belleza, de una prueba denominada
«Megavalancha». La singular cita deportiva reune a un buen número de corredores
que tiene que demostrar su destreza sobre dos ruedas en las condiciones más
adversas, desde la nieve del glaciar más alto de la montaña a la tierra, pasando
incluso por el peligro de la roca viva.
En
la edición de 2016, la vigesimosegunda en la historia de esta prueba, y que se
ha disputado este fin de semana, Quéré, autor de las imágenes
acabó decimotercero. El vencedor fue Rémy Absalon, que empleó en terminar el
durísimo recorrido 43 minutos y 19 segundos.
Dos
corredores no pudieron cruzar la línea de meta tras sendos accidentes que les
enviaron al hospital, uno con una fractura de clavícula y otro con un
traumatismo craneal.
Añado
yo: -¡Poco os ha sucedido, hijos míos...!
-Y
no me chuleéis de prueba dura: -¡Total, si todo era cuesta abajo....!
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NITO
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