PILOTO POR UN DÍA
Un buen día cayó en mis manos un folleto
de la empresa Aladina, que tiene en el
Aeropuerto de Granada su sede.
Entre un montón de actividades aéreas, propone
la siguiente que ¿cómo nó?, me cautivó:
Piloto por un
día
¿Te consideras un verdadero fan de
aviación? Conviértete en piloto por un día y atrévete a ¡pilotar una
avioneta! Vive una experiencia única
a bordo de una aeronave. Por fin podrás conocer todo lo necesario para pilotar una avioneta. No lo dudes,
los cursos de pilotaje merecen mucho la pena.
Preparando el plan de vuelo
…Y no resistí la tentación.
Este es el relato de
mi primera lección de vuelo en un avión ligero, como es la universalmente
conocida Cessna 172 "Skyhawk", acaecida en el
aeropuerto de Granada.
Despegamos a las 9,30
h, con la fresquita, una mañana de San
Juan.
Atrás quedan, sobre
la pista, unos calzos que han aguantado a la briosa Cessna 172 mientras
calentaba su motor y el recuerdo de un apresurado briefing (Plan de
vuelo), del que entendí más bien poco por los tecnicismos y por mi desconocimiento
supino del inglés; después, el chequeo superficial al avión, donde aquí sí que entendí
más e incluso me permitía hacer preguntas complicadas.
Lecciones a pié de avión
La puesta en marcha
del motor necesitó dos inyecciones de combustible tras carraspeos, falsas
explosiones y humos: Estaba muy frio. Ajuste a 1000 r.p.m. y controlando la
presión de aceite subiendo.
Así, metiendo gases progresivamente y a fondo, pronto adquirimos la velocidad necesaria para irnos al aire, unos 100
km por hora. Dócil, ágil y suave, la avioneta no hace
extraños ni da propinas, a pesar de mis excesivos (y comprensibles) toques de
mandos.
Dirección Sur hasta
alcanzar nuestro techo -2800 pies- Luego reducimos revoluciones hasta adquirir
la velocidad de crucero. Por megafonía, oímos a la vigilante y apremiante Torre
de Control: “Control a Eco Charli (es el indicativo de radio de nuestro avión
EC- JKS), confirme su ruta y Plan de vuelo…”
“Eco Charli a Control:
Nos dirigimos al Pantano de Cubillas al que sobrevolaremos. Continuaremos vuelo
hacia la capital en viaje de prácticas y regreso aeropuerto”.
“O.K., Eco Charly.
Controlen su altura. Por debajo de su cota. Tienen un tráfico (helicóptero) a
500 pies en la zona.”
Ya queda menos para irnos al aire: De teoría, bien, bien...
Este “tráfico” nos
obliga a rodear el pantano dos veces en amplios círculos, virando en sentido contrario
a las agujas de reloj, con 10º de alabeo, hasta verlo salir de la zona.
¡Maravilla esta
esmeralda pantaneta que vemos en su totalidad!
Aproamos a la ciudad
a la que circunvalamos totalmente, distinguiendo todos sus barrios y sus gentes
a la perfección; luego, en círculo más estrecho, hacemos lo mismo con la
Alhambra. tomando al Palacio de Carlos V, como centro
del círculo. ¡Acaba la visita turística..!
¡Vamos ar toro que eh una mona...!
-¿Sabrías llevarlo a
casa? –Me pregunta el instructor. -¿Distingues el Aeropuerto…?
-No lo distingo bien,
pero puedo seguir el curso del Genil, hacia Santafé. -Respondo.
-Bien, adelante pues.
De este modo, de
chopera en chopera, y a la vista siempre de la autovía, nos fuimos acercando hasta divisar al aeropuerto. En ese momento el instructor pide permiso a Control para
aproximarnos y bajar de altura para colocarnos en la senda de descenso.
La Sierra de Dílar a la vista
Nos autorizan.
Bajamos el régimen de motor y, obediente, la Cessna va perdiendo altura
progresivamente a la vez que enfila la
pista.
-Mantén el morro en
la cinta blanca de la pista. Usa solo alabeo, no hay viento cruzado. –Me
indica.
A pesar de lo
recomendado, y cuando el contacto (o barrigazo) con la pista eran inminentes, una racha de viento cruzado,
nos saca un tanto de la raya. Al tratar yo de meter algo de pié para compensar,
noto que ya lo tiene pisado el profe. (Esta escena se ve
muy bien en el video).
Vale la pena estas "apreturas" sólo por ver esta imagen
En apenas 300 metros
de rodadura, y sin aplicar frenos, abandonamos la pista e iniciamos el carreteo
tras el coche señalero que nos estaba esperando y que nos conduce entre
vericuetos y destellos luminosos, a nuestro aparcamiento.
Apretón de manos
entre Profe y “alumno”. Me da la enhorabuena por este bautismo y me felicita: “Tienes
buen tacto para los mandos, enseguida te has hecho con el cante. Pero tienes
que aprender inglés técnico…”
Tres instrumentos que ningún piloto quisiera perder durante un vuelo IFR (vuelo visual).
1/ Velocímetro. 2/ Horizonte artificial. 3/ Altímetro. Y si acaso, una miradita de vez en cuando al indicador de rumbo.
"Concéntrate, me dice el instructor, en estos 4 aparatos, y no quieras abarcarlos todos, so pena de que te salten los ojos como a una brótola... ¡Disfruta del paisaje!"
Testigo de lujo y
madrina del vuelo, la “cameraman”, que ha estado fenomenal.
Un sueño conseguido y
a repetir siempre que pueda.
Magnífica gente ésta,
así como su programa de actividades aéreas. La de “Piloto por un día” es
genial: Te hacen creer, y por un rato, que lo tuyo es el aire. La seguridad y
la simpatía que comunican estas personas es admirable.
Toma de tierra. Contacto en 10 segundos; altura 4 metros
NITO
3 comentarios:
Mecachis...! ¡Qué suerte experimentar lo que alguno le gusta! Hace más de 50 años que no vuelo en avionetas por los cielos de Granada, cuando mi hermano o el malogrado Spínola me invitaban, y es algo que no se puede olvidar. Nito, estás hecho un aventurero con un par...
¡No hay derecho, hombre...!: Que unos vayamos tan justitos, tan justitos (de valor) en un vuelo comercial (y por necesidad), y otros se apunten voluntarios y encima a conducirlos y disfrutando...
Sigue gozando, mientras puedas, de lo que te gusta, romántico empedernido.
Un abrazo.
ASPA 6
No seas exagerado, ASPA 6. Y recuerda aquel proyecto que teníamos en común de hacer una travesía corta en globo (Que es lo único que nos queda, je, je. Te emplazo para este invierno, cuando vuelan mejor estos bichos. Prepara tu super cámara.
Un abrazo.
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