Que dice Don Ángel Valcárcel, Coronel jefe de la Base Aérea de Armilla, que los granadinos no son conscientes de la gloria de su aviación. Lo dijo ayer en "Ideal" y con toda la razón, pero se quedó corto. Tenía usted que haber dicho, mi Coronel, que son los españoles los que no somos conscientes de la gloria de nuestra Aviación. En los húmedos aires ingleses
En España nunca hubo una verdadera Cultura Aeronáutica, y lo digo con pena y con envidia verde. Basta con ver algunos museos alemanes o británicos y la época en que fueron montados (únicos que conozco), para hacerse una idea de lo que digo. Por ejemplo, y para hablar sólo de hace unos pocos años : ¿Recuerda Usía el destino que dio España al medio centenar de sus gloriosas Bückers Bu-131 depositadas aquí en Armilla, como la "crisálida" que luce en la foto a sus espaldas...? Sencillamente, fueron vendidas por lotes en pública subasta y a precio de saldo: Hoy siguen volando estos "estradivarius del cielo" por Europa y EE.UU en manos más sensibles y afortunadas.
Me da horror cuando pienso en el destino que corrieron otros heroicos aviones y con mucha historia en sus cuadernas con los que se podrían haber montado cientos de museos y que, como único premio a su entrega y afán de servicio, encontraron la sierra y el hacha para el desguace.
No busquemos culpables dentro del propio E.A. que no los hay: Demasiado hicieron sus hombres y sus Maestranzas alargando la vida útil de sus aviones más allá de lo racional y de lo aconsejable. Y es que a los aviones (extrapolando un poco la cuestión y remedando a cierto afamado y controvertido escritor), les ocurre que: "Los barcos se pierden en tierra".
Y si eso pasó con los “aparatos”, qué decir de lo que pasó con los hombres, que los hicieron célebres… Ud. mismo lo apunta en la entrevista al periódico: “A Emilio Herrera lo conocen más en Washington que en Granada…”
Pero no perdamos la esperanza: En los últimos tiempos se nota como un resurgir, una mayor concienciación, producto -sin duda- de la cultura y del bienestar, aunque lamentablemente, ya será tarde para aviones irrecuperables (con permiso, claro está, de la Fundación Infante de Orleans), y que escribieron páginas gloriosas de nuestra historia aérea.
NITO
3 comentarios:
Como le dije a Fina, yo no pasé de los aviones de papel (que también tenían su gracia), y eso que hice la mili en Armilla y tengo un hermano que sigue volando. Pero también hay otras formas de volar, menos arriesgadas quizás, pero muy gratificantes, y es volar, volar, volar muy lejos…, donde te lleve la mente.
¡Que razón más clara!. Como el agua del manantial.
Mi coronel: con todos mis respetos. Yo tambien soy uno de los españoles que, como en otras cosas, se ha quedado con una mano atrás y otra alante, probablemente como usted mismo. Hemos visto un día desaparecer esto y otro aquello. Este y aquello han sido siempre objetos de incalculable valor historico y que ya nunca podremos admirar en museos nuerstros. Sencillamente, porque no existen ¡¡¡Cuidao con la polla!!!. Perdonenme la expresión granaina, pero me da rábia. Primero por no tener la debida cultura aeronáutica y segundo porque conozco quien tan solo oir el zumbido de una avioneta le pone el bello de punta y sus ojos brillan humedecidos mirando inmovil al cielo. Su queja es demasiado benevolente.
Un abrazo,
Juan Gómez.
Después de leer esta entrada tuya, de la que nos ha encantado el tinte nostálgico que imprimes “a tu aviación” de madera y lona, tuvimos la fortuna de asistir a la Conferencia de Clausura del “Centenario de la Aviación granadina” expuesta por el Doctor Don Emilio Atienza: Excesivamente densa, pero muy interesante. Allí estaba lo más granado de la Base Aérea, incluyendo a su Coronel Don Ángel Valcárcel, y a algunos de los pilotos de la famosa Patrulla Aspa, que hicieron entrega al Sr. Atienza de un trofeo por su labor en pro de nuestra Aviación. El acto lo cerró el Vicerrector de la UGR. Don Miguel Gómez Oliver
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