El espacio del mes de Febrero para visitar en es la Torre de la Cautiva y como siempre, se puede visitar los martes, miércoles, jueves y domingos. El billete, al ser un espacio que está fuera de los Palacios Reales es, aparte del general del Monumento, el que se conoce como billete para los jardines y su precio es de 6 euros por persona.
La Torre de la Cautiva era conocida en otros tiempos por torre de la Ladrona y de la Sultana pero finalmente ha quedado el de la Cautiva por la leyenda de que en esta torre vivió Isabel de Solís, Zoraya, tras su conversión al Islam, una cautiva cristiana de la que se enamoró perdidamente Abu-l-Hassan Alí, más conocido por Muley Hacén y por la que repudió a su mujer Aixa, madre de Abu Allah Muhhammad XII , Boabdil (1482-1492).
Es una Torre-Palacio o Qalahurra, así es llamada en uno de sus poemas murales, como las que hay en la muralla norte de la Alhambra, Torre de los Picos, del Cadí, ésta y la de las Infantas. Está construida sobre el adarve y la calle perimetral que rodea toda la muralla, ésta es superada por una bóveda de cañón, reconstruido a principios del siglo XX por lo que se accede a la torre directamente de la ciudad alhambreña. Tanto la calle como el adarve están construidos de tal forma que su uso cotidiano por la guardia, no interrumpía la vida privada de la Torre-Palacio.
Fue construida por Yüsuf I antes de 1349, año en que murió Ibn al-Yayyad, autor del programa poético de los muros de la torre. El aspecto exterior, no nos dice la grandeza y la belleza que encierra el interior, obra maestra del arte nazarita, por sus delicadas yeserías, por la maravilla de los alicatados y por la perfección de las proporciones, parece más la fachada de un cortijo que la de un palacio, todo esto nos dice la mentalidad islámica en sus edificios cumpliendo así la sura del Corán :"No hagas ostentación de tu riqueza".
La Torre de la Cautiva es en cierta medida la mínima expresión de un palacio nazarí, encerrando en su interior todos los elementos necesarios y habituales en las casa y palacios granadinos, salvo la letrina de la que, curiosamente, no ha quedado rastro. Puede considerarse, por su estructura arquitectónica y su composición decorativa , como el hito que subraya el momento de mayor pureza del arte nazarí.
Como es lo habitual en toda vivienda musulmana, la entrada es en recodo (bäsurä), con bóvedas de arista, que desemboca en un pequeño patio con arcos apoyados en pilares. La estancia principal del interior de la torre presenta pequeñas alcobas en el eje de cada uno de sus costados exteriores, coincidentes con las respectivas ventanas geminadas, más un pequeño dormitorio en la planta alta y azotea. Tras haber sido vivienda de las alcaides cristianos y de particulares durante el siglo XIX se le sometió a intensas restauraciones, que han alterado en parte su decoración y epigrafía originales; de esta época es el actual suelo de mármol y la techumbre de madera. El acceso a las habitaciones superiores se realiza por un portillo desde el recodo de entrada. Generalmente tras la entrada a los palacios suele haber dos puertas de la que un conduce a los pisos superiores y la otra a la letrina.
Es de destacar el alicatado de los zócalos que corren en la zona inferior de los paramentos. Presenta bellísimas trazas, con piezas de variados colores, entre los que sobresale el púrpura, cuya utilización en la cerámica arquitectónica ha sido considerada como única. Los zócalos incluyen caligrafías cursivas coránicas. Así en la esquina SE y SO a ambos lados de la puerta, se puede leer:
"En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso. Dios bendiga y salve a nuestro señor Muhammad y su familia/" Di mi refugio en el Señor del alba del mal que hacen sus criaturas , del mal de la oscuridad cuando se extiende, del mal de las que soplan en los nudos, del mal del envidioso cuando envidia".
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"En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso. Dios bendiga y salve a nuestro señor Muhammad y su familia/" Di mi refugio en el Señor del alba del mal que hacen sus criaturas , del mal de la oscuridad cuando se extiende, del mal de las que soplan en los nudos, del mal del envidioso cuando envidia".
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Antonio Montufo Gutiérrez
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4 comentarios:
¡Bravo...! Entradas como ésta, recolectan murgueros alhambristas por todos los rincones del Globo. Lindísmas y acertadas fotos. Un abrazo.
Buena entrada. Recuperar espacios como estos es una gozada
Magnífico artículo y fenomenales fotos. Hay que felicitar a Antonio por su encomiable labor de acercar al mundo la historia y el arte de nuestra Granada, y al murguero mayor, Nito, que consigue contagiar a un pequeño grupo de entusistas para divulgar tanta maravilla. Animo y a segur así!!
Bien Antonio, este blog habría que declararlo como patrimonio cultural de Granada
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