Qué le vamos a hacer: Por estas latitudes nos gusta tanto el fruto del olivo, que no esperamos a que se convierta en aceite… Sencillamente: Hemos aprendido a comer la aceituna de verdeo, cuando todavía amarga.
En toda España, pero principalmente en Andalucía, se aliñan olivas y en casi todas las casas existe un mazo de madera, martillo o piedra para machacarlas, aunque algunos las prefieran rajadas. Todo el que haya practicado el rito sabrá de esta tediosa tarea y cómo se pone alrededor todo perdido –incluido el delantal-
Pues bien, os propongo la confección de una maquinilla artesanal, muy popular en los mercadillos de los pueblos aceituneros, hecha de cuatro restos de tablas. Es de doble función: Raja o machaca, según apetencia del consumidor.
El ingenio “machacador-rajador” construido
Construcción
Básicamente es una palanca de 2º género. La pieza principal es una bandeja o base de 42 X 12 cm. en el que se le practican dos orificios de distinto diámetro (según calibre de las aceitunas de la zona), provistos de cuchillas de hojalata fuerte que van rajando las aceitunas conforme las vamos pasando por ellos; en un extremo de la tabla lleva una escotadura donde se le adosa clavando, un pequeño cajón, portador de una palanca o mazo oscilante mediante un eje, para machacar el fruto. Colocamos el artefacto encima de un cubo y… a llenarlo.
Capítulo aparte será el aliño: Me he encontrado aliños con romero y hierbabuena, con naranja amarga y ajos asados, con cebolla, al gusto castellano con romero y pimentón, con orégano, al hinojo… Pero yo prefiero, por encima de todos, aliñarlas al estilo Jaén.
NITO
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1 comentario:
Esto si son inventos prácticos y sencillos y no los del TBO, aquellos del doctor Frank de Copenhagen.
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