Hablaremos hoy de un paraje de los más encantadores y misteriosos del antiguo Albayzín. Si vamos paseando desde la plazoleta del Gallo en dirección al Aljibe del Rey pasamos por un callejón, que dada la cercanía del convento de Santa Isabel la Real le ha dado nombre: Callejón de las Monjas. Dicho callejón recorre los muros del palacio de Dar-al-Horra, también conocido como casa de la Señora, de la Doncella o de la Honesta, en referencia a quien ordenó su construcción en el siglo XV: Fátima, mujer de Abul-Hassan-Alí (Muley Hacen 1464-1482) y madre de Muhammad XII (Boabdil 1482-1483 y 1485-1492). En este callejón el fantasma del rey Badis, el de los famosos tesoros, deja paso al de Fátima.

El arco fue tambien conocido como Arco de los Ahorcados durante algún tiempo del siglo XVIII, pues en él aparecieron colgados una mañana de 1713 D. Beltrán García, vizconde de Cardona y ocho ajusticiados más. Eran aquellos tiempos de guerra, pues se dirimía en España y Europa una dura contienda por la sucesión de Carlos II, que murió sin descendencia. Don Beltrán y sus amigos apostaron contra la causa de Felipe de Anjou, más tarde Felipe V, rey de España, pero fueron descubiertos y acabaron como se ha dicho. Las gentes del barrio eludían el lugar cuando caía la noche, ya que se comentaba que se escuchaban los lamentos de los perecidos. Según Enrique Villar Yebra el callejon tiene además de la leyenda de los Ahorcados otro suceso más macabro y espantoso de recuerdo estremecedor, ocurrido en el año 1615 del que hay una breve nota en los "Anales de Granada" del cronista Henriquez de Jorquera.
Ahora no nos queda más que ir a visitar el lugar, porque merece la pena recorrerlo, sobre todo si es en buena compañía. El delite de contemplar el paisaje está garantizado.
Antonio Montufo Gutiérrez