domingo, 29 de junio de 2025

LAS IGLESIAS DE FALLA EN GRANADA

 


Manuel de Falla, el famoso compositor, tenía una profunda conexión con  las iglesias de Granada: la iglesia de San Cecilio en Granada. Esta iglesia, (junto con la Santa Ana), es mencionada frecuentemente en relación con su vida y su religiosidad. Además, en su testamento, Falla expresó su deseo de que una lámpara ardiera constantemente ante el sagrario de esta iglesia en representación de su alma. 

 "En lo que concierne a los sufragios antes indicados es mi voluntad que, independientemente de los que se celebren dentro del Mes de Ánimas de cada año, así como, según la costumbre establecida, se celebren por mi alma a mi fallecimiento y sigan celebrándose en años sucesivos, acompañados siempre de eficaces limosnas, se dediquen otros en la misma forma a la santa memoria y al eterno descanso de nuestros amados padres (y de modo muy especial en las fechas de aniversario y en las fiestas de San José y del Santo Nombre de Jesús)."

Escrito de Dña. María Victoria Molina Fernández con motivo de la bendición de la lámpara votiva en recuerdo a Manuel de Falla.
Parroquia de San Cecilio. Granada, 27 noviembre 2022:

Más allá de la iglesia de San Cecilio, Falla también tuvo vínculos con la Iglesia Mayor de Puerto Real, también conocida como iglesia de San Sebastián. Su hermano, fue fundamental en la restauración de este templo. 

Finalmente, la Catedral de Cádiz también es relevante en la vida de Falla, ya que sus restos, junto con los del poeta José María Pemán, descansan en la cripta de la catedral. 

 Las iglesias que mas asiduamente frecuentara  aquel hombre devotísimo que fue don Manuel de falla eran pues, las iglesias de Santa Ana y de San Cecilio, ambas próximas al carmen de la Antequeruela, donde vivió el gran músico la mayor parte de los años de su estancia granadina, y la segunda, además, su parroquia.


Federico Sopeña refiere que el maestro, siempre delicado de salud, “mientras pudo caminar bajaba a misa a San Cecilio.” También lo sitúa allí Melchor Fernández Almagro, “con recogimiento y fervor conmovedores”. Gallego Morell, en cambio, que la notable biografía de su padre, recuerda que “Falla bajaba a misa a la iglesia de Santa Ana y, al salir, entraba en casa y se sentaba en el patio, en el que se hacía la tertulia”.

Falla era muy religioso. Juan Ramón Jiménez, lo retrataría en 1926  “sonriente y dichoso tras su rosario rezado”, y todavía, por el Realejo, por el Campo del Príncipe, por el Caidero, por el Carril de San Cecilio, hay quien recuerda haber visto a Don Manuel –“una menuda presencia neta y  negra” entrar o salir de la vieja iglesia puesta bajo la advocación del santo patrón de Granada, y abierta a la luminosa explanada que antiguamente ocupaban las huertas y jardines de los últimos reyes nazaríes. Por el lado de Plaza Nueva, gente con los setenta cumplidos, cuenta la ejemplar devoción del compositor en las misas de Santa Ana.

Esta última iglesia es una de las más bellos construcciones religiosas granadinas. Los nombres de Diego de Siloé y del maestro albañil Alonso Hernández Tirado, figuran entre los autores del templo, el uno como autor del proyecto, y de otro, ejecutor de las obras. Once años -entre 1537 y 1548-, se emplearon en los trabajos y dos más exigió la torre realizada por el maestro Juan Castellar entre 1561 y 1563. La de San Cecilio no se levanta –como la de Santa Ana- sobre una primitiva mezquita musulmana, sino sobre el solar de una sinagoga, que tuvieron los judíos en la Granada nazarí aunque hay quien apunta que este terreno había sido ocupado por el oratorio cristiano permitido por los soberanos de la Alhambra. Un poco más arriba, en cambio, sí estaba la mezquita Antequeruela, que venía dando nombre al barrio donde se asentaba en tiempos. Entre 1528 y 1534 se construyó esta iglesia puesta bajo la advocación del santo patrón de la ciudad. Juan de Marquina fue el autor de la bonita y elegante fachada de estilo plateresco, construida en 1533 interés a expensas del Arzobispo Avalos, como prueban sus escudos allí esculpidos.

Estas eran las iglesias más frecuentados por Manuel de Falla. Hasta hace no mucho  tiempo, había vecinos de ambos lugares que recordaban. “Esa nada de carne que bastaba a su voz”, como alguien lo describió atinadamente.  Bajaba Falla a San Cecilio a su misa diaria. Con Dios y la música entronizados en su corazón.


NITO

 

BIBLIOGRAFÍA.-

María Victoria Molina Fernández.-

Con motivo de la bendición de la lámpara votiva en recuerdo a Manuel de Falla.
Parroquia de San Cecilio. Granada, 27 noviembre 2022.

 Juan Bustos Rodríguez.-  Laberinto de Imágenes.

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