Pocos granadinos podrán
ya recordar que, en la década de los años 20, surgió en Granada una
revista gráfica mensual llamada REFLEJOS. Y lo que es peor: ¿Cuántos granadinos
habrá a los que el nombre de la referida revista les suene a música celestial...? -Sin
embargo, “Reflejos”, se conserva íntegra en la Biblioteca de Andalucía (calle
Profesor Sainz Cantero, Granada) y que también está digitalizada, por lo que su
consulta se puede hacer por internet. ¡Qué mal pagó esta Granada, siempre reservada
y olvidadiza, los sacrificios y desvelos de su creador, Don Miguel La Chica.
Don Miguel La Chica
Esta revista es una pieza fundamental para el
estudio, no ya histórico, sino social de la ciudad en los felices 20 del siglo
XX. Su colección de fotografías locales, su preocupación por los temas
artísticos, literarios y científicos, se contrasta con las noticias de los ecos
de sociedad y una rica publicidad que guarda la memoria de infinidad de
negocios hoy día desaparecidos. Al tiempo que nos ha dejado una serie de
semblanzas y caricaturas de los personajes granadinos del momento. Una
auténtica delicia para el interesado en el pasado reciente de Granada.
Veámos lo que de éste
prócer y su obra nos cuenta Juan Bustos:
“Miguel La Chica fundó y dirigió en nuestra ciudad una revista que hoy resulta de lo más interesante para conocer la sociedad granadina de los años 20 del pasado siglo. La revista se llamó “Reflejos”, se editó con regularidad mensualmente entre 1924 y 1931 –que murió su creador-, y en la actualidad, sus números son tan buscados por coleccionistas y curiosos como los de “ Lecturas” ó “Blanco y Negro” de la misma época, cuyo formato y líneas generales de contenido casi puede decirse que inspiraron la amena y bien impresa publicación granadina.
Alberto A. Cienfuegos escribió: “Es difícil, extraordinariamente difícil, encariñar al público y despertar su interés con una revista fechada en capital de provincia y que sólo mensualmente llega a sus manos. Pero Miguel La Chica, con su talento, lo ha conseguido”.
“Miguel La Chica fundó y dirigió en nuestra ciudad una revista que hoy resulta de lo más interesante para conocer la sociedad granadina de los años 20 del pasado siglo. La revista se llamó “Reflejos”, se editó con regularidad mensualmente entre 1924 y 1931 –que murió su creador-, y en la actualidad, sus números son tan buscados por coleccionistas y curiosos como los de “ Lecturas” ó “Blanco y Negro” de la misma época, cuyo formato y líneas generales de contenido casi puede decirse que inspiraron la amena y bien impresa publicación granadina.
Alberto A. Cienfuegos escribió: “Es difícil, extraordinariamente difícil, encariñar al público y despertar su interés con una revista fechada en capital de provincia y que sólo mensualmente llega a sus manos. Pero Miguel La Chica, con su talento, lo ha conseguido”.
Medio siglo después
Eduardo Molina Fajardo compararía la colección de “Reflejos” con una antología
de la vida espiritual y material de una Granada “que avanzaba con nuevos
perfiles europeos”.
Los siete años de
vida de “Reflejos”, son una prueba fehaciente de su éxito. Hoy es un auténtico
deleite repasar sus páginas desde sus anuncios a sus ilustraciones -el director
artístico era el gran dibujante Antonio López Sancho (1) -;
desde sus páginas “de sociedad” a brillantes colaboraciones de escritores tan diversos
como Anatole France o Blasco Ibáñez o Pío Baroja o el mismísimo H.G, Wells, ya
mundialmente célebre por su “Guerra de los Mundos”.
Particularmente
cuidados los temas relacionados con el acontecer histórico granadino, tratados
siempre con verdadera riqueza documental. Eran los años de la dictadura de primo de
Rivera, “los locos años 20”, que también tuvieron su intensidad por estos
lares. Lo acredita la invasión de publicidad automovilística en las páginas de
la revista y los anuncios de establecimientos de belleza y alta confección; las
primeras orquestas de señoritas en “ La Montillana” y los precios del “Real Hotel
Washington Irving”, “ único hotel con instalación de agua corriente fría y
caliente en todas las habitaciones, cada una de ellas con baño”. Se presentía
ya la sociedad de consumo de nuestros días.
Miguel La Chica
ofrendó a Granada un bello milagro de amor, fruto de su voluntad firme de
triunfar: Su revista “Reflejos”.
Más el ya mentado
Alberto A. Cienfuegos, reconocería pesaroso, que “Granada, reservada y tornadiza,
como todo lo que calienta, no siempre pagó con dulzuras de miel el holocausto
de aquellos fervores.”
(1) Véase “La Murga” de 14 de Marzo de 2013
NITO
1 comentario:
Pues sí, para los “ratones” de hemerotecas es una suerte poder acceder a las mismas desde tu propia casa, aunque no se puede olvidar aquel olorcillo a papel viejo y la alegría de encontrar entre las amarillentas y ajadas páginas la noticia que con tanto anhelo buscabas.
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