sábado, 14 de julio de 2012

LA TORRE DE PLAYA GALERA



Google Earth lo ve así
Este verano visitamos y estudiamos este simbólico fortín, que se sumará a la serie de los ya aquí tratados: “Vigías de la costa”, de 17 Nov. de 2009 y “Castillo de la Herradura” de 19 de Junio de 2011, todos pertenecientes a la línea costera de defensa granadina y que tenemos (puesto que de guerrear hablamos), casi a tiro de piedra.

Del modelo propuesto hoy, existen en nuestra costa dos ejemplares casi idénticos, y en la costa almeriense y malagueña, otros tantos.

La torre de defensa de Galera, también conocida como Torre del Conde de Guadiana, se encuentra en el término de Almuñécar, en la provincia de Granada, en la zona llamada Taramay, en la punta de Jesús, al lado de la playa del Tesorillo. Su enlace a poniente, en el sistema defensivo, ahora es la Torre de Velilla, debido a la desaparición de la Torre del Granizo, y a levante con la Torre de los Diablos. Se accede a ella en el punto kilométrico 333 de la nacional 340.



Historia

No se sabe el año de construcción pero se adivina que fue a partir de 1764. Su función era la de defender con fuego rasante el puerto y las calas adyacentes de levante y la playa de poniente hasta la punta de Velilla. Llegó a tener dos cañones que se llevaron los ingleses, aliados de España en la guerra contra los franceses. Su guarnición era de 1 cabo de torres y tres torreros. Nunca llegó a tener artilleros, además de los torreros. Por último desde 1839 fue ocupada por los carabineros para sus misiones.



Descripción:

Es una torre de planta clásica de herradura o pezuña de las que en nuestro litoral tenemos algunos ejemplares. La parte delantera es semicircular. Las alas se prolongan hacia atrás uniéndose por medio de una cortina. Es un modelo de torre que se repitió en muchos sitios a partir de 1764, tanto en sus dimensiones como en su estructura. Presenta dos pisos y una plataforma con parapeto. El acceso a la torre se realizaba por medio de una escala de cuerda, a través de una puerta ventana que está a seis metros de altura, situada en la parte derecha de la zona trasera. La entrada está protegida por dos aspilleros. De aquí se bajaba a la sala principal por una escalera. La sala inferior era más pequeña y no tenia ventanas al exterior, la iluminación le venía del hueco de la bóveda.

Grabado del S. XVI, con Castell y Sierra de Lújar al fondo

Materiales:

Está hecha de mampostería de piedra caliza y mortero de cal. El ladrillo aparece en las esquinas y en las jambas de las ventanas.

Toda la construcción es en talud, con un parapeto marcado por una cornisa de ladrillo.

Durante el S. XX se le abrieron huecos para convertirla en vivienda, ya que se trata de una propiedad privada.


El informe Bucarelli, de 1762 aconsejaba su construcción: “De Almuñécar al castillo de Salobreña es todo terreno quebrado, de difícil acceso, sería conveniente no obstante construir una torre en la ensenada de de la Galera capaz de dos cañones de a veinticuatro, porque tiene fondo y abrigo de levante y poniente, donde se acogen muchas embarcaciones, y donde han sido no pocas veces sorprendidas”.

Por tratarse de una fortificación militar moderna notamos que sigue los tres principios básicos de Vitrubio: “Firmitas, utilitas y venustas”, es decir, sólido, útil y bello…



NITO

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3 comentarios:

Antonio Montufo Gutiérrez dijo...

Muy interesante este tercer cápitulo sobre el sistema defensivo de la costa granadina de gran inportancia desde la época medieval, la suerte es que casi todas las torres, castillos y forlalezas costeras están en pie y algunas han sido modificadas para su uso como faros.
Muy bien, como siempre, Nito

Manuel Espadafor Caba dijo...

Me ha gustado tanto que he vuelto a repasar las antiguas entradas de este tema, donde me he vuelto a encontrar con la entrañable pintura de Mª Lourdes.

Antonio Montufo Gutiérrez dijo...

¡Que buen amigo eres Manuel! Gracias por acordarte de Mary Lourdes y de su cuadro, lo hizo unos dias antes de morir con mucha ilusión y le agradezco a nuestro Nito que lo colgara en nuestra querida Murga.
Un entrañable abrazo para ambos, Antonio