sábado, 26 de mayo de 2012

DE PASEO CON LA “DIABLINE”


Al último invento del Sr. Alcalde, La Diablina, se le ha llamado de todo: Extravagante, útil  solución, capricho, ecológica, trastico… La polémica está montada, murguero: Resulta que el Ayuntamiento, agobiado por los problemas que ha creado la peatonalización reciente de la Carrera del Darro, propone y estrena un microbús eléctrico que unirá Plaza Nueva con el inicio de la Cuesta del Chapiz. Granada es, en estos momentos, la primera ciudad española que instala este tipo de vehículos, muy habituales en Francia.
No contamina, no hace ruido y, lo más importante, no ocupa demasiado espacio. Con sus 1,5 metros de anchura, la 'Diabline', el pequeño vehículo eléctrico importado de Francia por el Ayuntamiento, comenzó ayer a recorrer la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes para intentar mejorar la comunicación del Albaicín tras la peatonalización de una de sus principales vías de acceso y la 'rebelión' de parte de sus vecinos.

El vehículo, que cuenta con 7 plazas y está especialmente dirigido a los vecinos mayores y con movilidad reducida, recorrerá los 703 metros que hay desde Plaza Nueva hasta el inicio de la Cuesta del Chapiz, con paradas en Bañuelo, San Pedro y Rey Chico. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, aseguró que con la puesta en marcha de la 'Diabline' -que será gratis hasta el 9 de junio- el barrio "queda perfectamente comunicado” (?)
Claro que, como a menudo ha sucedido y sucede entre nosotros, las nuevas ideas son acogidas con suspicacia y se les vaticina poca duración, como pasó en Granada con la luz eléctrica o el teléfono en 1902, por ejemplo... ¡Válgame Dios y qué flaca es nuestra memoria histórica…!
Recuerdo haber leído al cronista Juan Bustos, sobre otros problemas parecidos a los que suscita “La Diabline”, cuando la única solución para subir al Albaicín era: ¡A pie o en burro...!

A pie o en burro
Faltaban dos años para que, en 1904, empezaran a circular los primeros tranvías eléctricos. Y uno para que, en 1903, apareciera en las calles granadinas el primer automóvil, que sería un Renault de 18 caballos propiedad del duque de San Pedro, que lo había adquirido en París. Así que, sin tranvías ni automóviles, la gente iba a pie a todas partes, y sólo en ocasiones se utilizaban coches de caballos, cuya parada estaba frente a la Acera del Casino, con tarifa de una peseta el trayecto por el interior urbano.

Para subir al Albaicín o al Sacromonte, las personas de edad alquilaban, también por una peseta, las dóciles burras de una mujer a la que toda Granada conocía por el apodo de “Pepica, la de las burras”, que se ponía a diario con sus animales por los alrededores de la iglesia de Santa Ana. Los usuarios de las burras hacían el trayecto acompañados por algún chiquillo que, luego, a cambio de unos céntimos, devolvían los rucios a su dueña. ¡Y había que ver cómo bajaban los chiquillos por las cuestas, emulando a los caballeros que aún se desplazaban por la ciudad jinetes de sus caballos propios…!



NITO
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Saludos a La Murga!

¡Madre mía!
¿Ahora resulta que "Pepica la de las burras" inventó, antes que los de Mijas, lo del burro-taxi...?
¿Y no se le ha hecho ningún monumento a la buena mujer...?

ERMITAÑO BEBEDOR

Manuel Espadafor Caba dijo...

Lo de los burros es una solución y muy típico de Granada ya que abundan hasta de dos patas, otra idea para esa zona de difícil acceso sería contratar a orientales con sus Taxis-bicis, pero la idea más original sería hacer un dique en el río Darro y hacerlo navegable, ¿os imagináis las góndolas pasando bajo los puentes de Espinosa y Cabrera o llegando hasta San Pedro?

Antonio Montufo Gutiérrez dijo...

Desde luego es que en esta nuestra Granada no cambiamos con el paso de los años y con un alcalde que no para de invetar "patochás", que si funicular a la Alhambra o un tunel con ascensor y como se le ponga en los mismos, pues a dejar un barrio sin transporte público.
Creo que el cortar el tráfico en el paseo de los Tristes es una buena solución, dadas las características de la calle, pero fue una torpeza suprimir la linea 32 de conexión entre la Alhambra y el Albayzín y que se podía mantener como única excepción de circular por dicha calle.
Antonio

Mery dijo...

Esto de la "Diabline" que no se bien lo que significa, pues no encuentro en el diccionario traducción alguna por su corto recorrido le debían haber puesto "Del coro al caño y del caño..."
Para que un habitante del planeta tierra no se encuentre gélido recibe un caluroso abrazo y bendito ese sentido del humor del que haces gala. CUCA

herrero dijo...

La diablina la he visto en Aix en Provence, es un buen invento.