lunes, 28 de marzo de 2011

MULHACÉN: VÉRTICE GEODÉSICO

 

En 1879 se llevó a cabo el trabajo más importante de la Geodesia española, el enlace de nuestra red geodésica con la de Argelia. Se realizó así el deseado sueño de completar la medición de un arco de meridiano, de 28º de amplitud, desde las islas Shetland hasta los confines del Sahara, tal y como había propuesto el general Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero, Marqués de Mulhacén, a la Asociación Geodésica Internacional en 1866.
El enlace España-Argelia fue una demostración de capacidad tecnológica y científica. Dirigió la operación por España el general Ibáñez y por Francia el coronel Perrier.
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Impresionante vista desde un satélite
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Los vértices desde los que se hicieron las observaciones fueron:
• Mulhacén, es la montaña más alta de Sierra Nevada, es vértice de primer orden de la red geodésica española, y está situado en la provincia de Granada, a los 37º 03’ 12” de latitud Norte, y 0º 22’ 34” de longitud Este del Meridiano de Madrid. Aunque no excede de 35 km la distancia de la proyección horizontal de su cumbre a la costa, la altitud de esta montaña alcanza la cifra de 3481 metros.
imag3 [1024x768] Mulhacén
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• Tetica, es el punto más elevado de la Sierra de los Filabres, que corre en dirección Noroeste-Sudeste, y ocupa, en la provincia de Almería, casi todo el territorio comprendido entre los ríos Almanzora y Almería. Este vértice, cuya altitud es de 2.080 metros, está situado a 37º 15’ 12” de latitud Norte, y 1º 16’ 29” de longitud Este del meridiano de Madrid. Es también vértice de primer orden de la red geodésica española.
imag5 [1024x768] Tetica de Bacares
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• Filhaoussen, está situado en la extremidad oriental de una sierra muy característica, que corre al Sur de Nemours y de Nedroma, en la provincia de Orán. La montaña, de acceso difícil, se dirige de Sudoeste a Nordeste. El pico de Filhaoussen, que tiene una altitud de 1.137 metros, es vértice de primer orden de la triangulación del paralelo argelino, y está situado a los 35º 00’ 35” de latitud Norte y 4º 01’ 40” de longitud Oeste del meridiano de París.
• M’Sabiha, es el punto culminante de la sierra del Murdjadjo, que corre de Este a Oeste en una extensión de 50 kilómetros, próximo al golfo de Orán, formando en esta región un primer escalón del Atlas. El punto elegido para vértice está a 591 metros de altitud sobre el nivel del mar, a 35º 39’ 37” de latitud Norte y 3º 11’ 11” de longitud Oeste de París.
El convenio redactado entre los dos gobiernos acordaba los siguientes puntos:
• Cada nación debía observar en su propio territorio.
• Las observaciones serían simultáneas en los cuatro vértices.
• Empleo de heliógrafos durante el día y de luz eléctrica durante la noche.
• Empleo de instrumentos y maquinaria idénticos, así como de los mismos métodos.
Se pensó además en aprovechar la ocasión para hacer observaciones astronómicas a fin de cerrar el gran polígono París-Madrid-Marsella-Argel, para lo que faltaba en tierra la diferencia de longitud entre Argel y M'Sabiha, y por mar la existente entre M'Sabiha y Tetica.
Se construyeron muchos metros de caminos de montaña de dos metros de ancho, por los cuales y con grandes dificultades, se pudo izar hasta la altura mayor de la península, o sea, hasta el vértice del Mulhacén, en la cumbre de Sierra Nevada, el enorme bagaje científico que era necesario utilizar.
A primeros de septiembre, nada más instalarse en sus bases, se desató un temporal de viento y nieve. Descendió el termómetro a diez grados bajo cero. Los observadores experimentaron en los cuatro vértices la decepción de no columbrar durante el día de un lado a otro del Mediterráneo las señales que recíprocamente se transmitían.
Ni una sola vez divisaron desde un continente los reflejos de la luz solar que con los heliógrafos se les enviaban desde el otro; y hubiera sido completo el fracaso de la expedición, de no haber utilizado durante la noche las luces eléctricas que mediante potentes reflectores se enviaban mutuamente.
Las observaciones se hicieron por la noche, desde el 9 de septiembre hasta el 4 de octubre, empleando círculos acimutales y lámparas eléctricas alimentadas por generadores movidos a vapor.

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Las penalidades que sufrió el personal acampado en el Mulhacén casi no tienen nombre. La presión barométrica fluctuaba alrededor de 500 milímetros, produciendo perjudiciales efectos sobre la salud de los observadores. La temperatura oscilaba enormemente, y tras la puesta de sol comenzada a descender, siendo insoportable el frío a muchos grados bajo cero.
Sobre la nieve congelada por la noche caía durante el día una nueva nevada, que aumentaba el espesor de la que cubría montes y valles. Y por si esto fuera poco, en la mañana del 19 de septiembre, cayó un rayo sobre el vértice del Mulhacén, descomponiendo parte de los aparatos.
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A pesar de los naturales intervalos de mal tiempo se lograron medir todos los ángulos del cuadrilátero y culminar el enlace geodésico el cual se considera como el primer enlace geodésico entre continentes.
Por el éxito de esta gran operación geodésica y su repercusión internacional, la reina Regente Mª Cristina le concedió, por Real Decreto de 8 de febrero de 1889, a Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero el título de Marqués de Mulhacén.
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Veamos cómo nos narra César Girón la epopeya de la subida al Mulhacén en su libro “Miscelánea de Granada”:

170_CU~1 [1024x768] En la cima del Coloso en verano

A principios del mes de agosto de 1879, se comenzó la ascensión al Mulhacén desde Vélez Benaudalla por el valle del río Guadalfeo, el barranco del río Poqueira y los Altos del chorrillo, hasta llegar a la cima de la Penibética. Fueron más de 18 días de penalidades y sufrimiento, debido a que el medio de transporte empleado fueron carretas de bueyes. El 20 de agosto exhaustos hombres y animales, se alcanzó el pico del Mulhacén en el que rápidamente comenzaron los trabajos para la puesta en funcionamiento de los equipos trasladados para el enlace geodésico, basado en el avistamiento de las señales luminosas emitidas desde los otros tres picos. En unas condiciones climatológicas especialmente duras, que hicieron desistir a los habitantes de Trevélez y Capileira que se habían sumado a los militares, llevando al gobierno a tener que obligarlos a permanecer en sus puestos, comenzaron las observaciones el día 1 de Septiembre, con muy malos resultados momentáneos, puesto que sólo pudieron enlazar con la Tetica y algunos avistamientos esporádicos de las señales luminosas nocturnas de las elevaciones africanas, que no sirvieron de nada.
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El Coloso en su faceta más dura
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Por fin, el 23 de septiembre, cuando ya se temía por el éxito de la empresa, durante varias horas seguidas durante la mañana y varias durante la noche, se percibieron claramente las señales de las elevaciones africanas, que permitieron efectuar las mediciones oportunas para la triangulación buscada. Así, el enlace geodésico entre Europa y África, que permitió hallar el radio terrestre, se había realizado.
El abandono de la cumbre por el destacamento allí instalado, dejó en la misma las construcciones que allí habían sido utilizadas, que casi de inmediato fueron saqueadas para aprovechar sus materiales por los vecinos de los pueblos alpujarreños.

NITO
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4 comentarios:

Manuel Espadafor dijo...

Esta es una historia que todos los montañeros amantes de nuestra sierra deberían conocer, y que siempre resulta apasionante para los que ya la conocíamos, mejorada ahora con las imágenes de los satélites.

amontufogutierrez@gmail.com dijo...

Me gusta doblemente tu artículo, una por el cálamo tan bien hecho que para los amantes de la caligrafía nos resultan tan útil
es y otra por el tema tan interesante de los puntos geodésicos que vemos en la Sierra y que tan bien lo ha tratado remontándonos a tiempos pasados pero que fueron determinates para los conocimientos geográficos actuales con la modernas técnicas de los SIG (Sistemas de Información Geográficos).
Antonio Montufo Gutiérrez

KITIYI dijo...

Emocionante e interesantísimo el relato. Con este nivel quien puede competir???
Enhorabuena y por favor, continua en tu puesto sin descanso.
Somos muchos los que te lo agradecemos.

Ysthar dijo...

Como siempre interesantísimo tu artículo. El teme era desconocido para mí. Las fotos son impresionantes y muy ilustrantes.
Espero con impaciencia tu próxima publicación.
¿Con qué nueva curiosidad nos sorprenderás?
Besitos.