jueves, 2 de septiembre de 2010

AGUA Y AZUCARILLOS EN LA ALHAMBRA

El kiosco "oasis" de la Plaza de los Aljibes

Aún no existía el kiosco

Yo lo cuento como una de las más irreparables pérdidas de la Alhambra. Y que me perdonen los estudiosos serios del Monumento. Pero imaginen la impresión recibida por un niño criado en las resecas faldas del Rif que, turista ocasional, se planta con sus padres un tórrido verano en la Plaza de los Aljibes.


Sacaban el agua de aquel aljibe de la Alhambra con un cubo de zinc que vertían en una gran pileta de piedra a modo de filtro natural de la que salía un grifo cromado de fantasía. Del grifo llenaban de agua un vaso alto y de grueso cristal en el que ponían una pieza alargada de azucarillo, un azúcar duro y esponjoso fabricado por la confitería Bernina, de Plaza del Carmen, más un chorrito de anís. El refresco incluía una maza de madera para disolver la piedra de azúcar: ¡Ya tenemos el “Agua azucarillos y aguardiente” de la famosa Zarzuela en versión granadina

No recuerdo nada más refrescante (aparte connotaciones sanitarias) que aquellos grandes vasos, imposibles de abarcar con una mano y en aquel fresco paraje. Aquello desapareció de nuestras vidas, como otras tantas cosas, y nadie sabe muy bien por qué (seguramente Sanidad tendría mucho que decir), como desapareció la venta de agua de Lanjarón por vasos (igualmente de cristal) en el despacho de mármol blanco de la calle Reyes Catódicos y como desaparecieron los Espumosos de la Carrera de la Virgen: (¡Ay, de aquellos espumosos del “Támesis”…! Darían tema para escribir un libro… ¡Ay, y quien me ayudara a ello…! Fotografo Accidental

Autor: "Fotógrafo Accidental"

Pero es que, antes aún, también Granada se quedó sin la figura del aguador con su borrico, y sin el pregón cantarín de la ganivetiana agua del Avellano, por calles y plazas.

¡Oh, desaparecidos e inapreciables bienes de mi niñez en la siempre sedienta Granada veraniega…!

combinados


NITO

5 comentarios:

Manuel Espadafor dijo...

Desde Aguadulce añoro el frescor natural de aquel aljibe, y el sonoro eco del caldero al caer sobre sus aguas

Ysthar dijo...

Que bonito artículo, cargado de nostalgia! Yo no conocí esa tradición, pero al leerlo me transporto a la época donde un azucarillo era todo un lujo, y donde se le daba la importancia que tienen todas las cosas.
Precioso.
Estoy esparando el próximo.

Antonio Montufo Gutierrez dijo...

Cuando no hace mucho realicé una visita guiada al aljibe de Mondejar o de Tendilla me impresionó enormemente la altura imponente delmismo y sobre todo ver en todo lo alto de la bóveda la cadena y el cubo para sacar el agua del aljibe.
Cuando he leido yu estupendo artículo ma ha recordado el tamaño de los vasos y el frescor del agua hoy solo podemos contentarnos con una caña de cerveza o un refresco, eran otros tiempos.
Antonio Montufo Gutérrez

Fotógrafo Accidental dijo...

Estimado bloguero:
La foto del vaso en blanco y negro no está enlazada
al lugar del que ha sido "tomada", ni tampoco se ha citado al autor de la misma.
Agradecería que hiciera una de las dos cosas o ambas. Por cortesía y elegancia, más que nada.
Muchas gracias.

Nito dijo...

Estimado Fotógrafo Accidental: Lamento trastornos causados por mi inadvertencia y poca pericia en este medio; he procurado subsanarlo. No he podido encontrar el enlace.
Si esto no fuera suficiente y ud. lo prefiere, quitamos la foto. Gracias por su comprensión.