lunes, 28 de septiembre de 2009

A MARY LOURDES EN EL RECUERDO

D.Lourdes

"ET IN ARCADIA EGO"

A Mary Lourdes

In Memoriam

23 Agosto de 2009

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El día 24 de septiembre de 2009, a las 8 de la tarde, se celebró una misa en la Iglesia del Sagrado Corazón de los Jesuitas de Granada por las exequias dedicadas a Mary Lourdes. Sus amantísimos hijos Lourdes y Antonio Manuel les leyeron estas cartas.

Mamá:

Qué difícil es hablar cuando te duele hasta el alma, cuando se escapa parte de tu vida, cuando sobran las palabras. Podría decirte mil cosas mamá. Podría recordar los mil momentos que hemos pasado juntas, nuestros cafés por las mañanas o después de comer, nuestras compras de tienda en tienda, nuestras confesiones al calor de la chimenea. Pero de todas y cada una de ellas me quedo con una, con la más importante… me quedo contigo y con toda la vida que nos has regalado, con todo el amor que nos has dado y con toda la alegría que siempre has derrochado. Siempre tan llena de vida, supiste vencer tus miedos conquistando logros y dándonos un gran ejemplo de superación. Le demostraste al mundo entero cómo se debe amar, cómo se debe llorar, cómo reír, cómo se debe vivir y lo más difícil de todo... cómo se debe morir. Nos has dado tanto a todos los aquí presentes que es difícil expresarlo en tan pocas palabras. Pero hoy estamos todos aquí, cerca de donde papá y tú os conocisteis, en donde os declarasteis vuestro amor hasta la eternidad un 10 de mayo, en donde me casé como pequeño homenaje a vosotros, estamos para recordarte y darte el homenaje que te mereces. Y yo lo quiero hacer dándote las gracias por todo, por darme la vida en todos los sentidos imaginables, por ser madre ejemplar, por ser mi amiga ante todo, por ser una mujer de los pies a la cabeza, por hacer de nuestra familia algo único y especial, por conseguir que Javi haya sido nuestra fuente de unión y nuestra fuerza cada día, por ser auténtica y especial.

Me gustaría abrazarte una vez más y sentir tus manos, tus abrazos, tus besos. Me gustaría decirte una vez más todo lo que te quiero. Pero en mis palabras no hay tristeza sino felicidad porque se que estás entre nosotros, cuidándonos y amándonos como siempre lo has hecho. Naciste grande y sigues siendo grande. Tu hija.-

loudes III-1024

Carta de su hijo Antonio Manuel:

En primer lugar quería agradeceros a todos el cariño y el afecto que nos mostráis acompañándonos en estos momentos. Muchos de vosotros conocéis a mi madre desde hace años, otros la habéis conocido en estos últimos tiempos y algunos sólo la conocéis a través de lo que os hemos transmitido nosotros.

Bien sabéis que es imposible condesar en unas palabras las vivencias y los momentos, el amor y el cariño de toda una vida. Sin embargo, quería evocar algunos de ellos a modo de testimonio y homenaje a mi madre. Y quizás lo primero sea recordar como ha sabido forjar una familia en su sentido más íntimo y profundo, con la cercanía, complicidad y cariño entre todos nosotros, una familia en principio pequeña ya que sólo somos tres hermanos, pero grande porque mucha gente se ha ido incorporando a esa familia a lo largo del tiempo, hermanos, cuñados, sobrinos, amigos… De forma natural y gracias a su ejemplo diario nos ha ido transmitiendo valores y enseñanzas muy importantes y que en ocasiones no resultan fáciles de apreciar. Así nos hemos empapado de la importancia del amor y el cariño a los seres queridos y de cómo saber demostrarlo, de su vitalidad y alegría de vivir, de su entereza y su fortaleza ante las dificultades, de su capacidad de lucha siempre. Ha sido una mujer fuerte y vital que afrontaba las luces y las sombras de la vida de una forma optimista, viendo la botella antes medio llena que medio vacía.

Esa vitalidad la hacía parecer en ocasiones incansable, siempre dispuesta a preparar un tapeo o improvisar una cena cuando alguno de sus numerosos amigos se dejaba caer por casa. Ha sabido convertir su casa en el hogar de todo aquel que entraba allí buscando un afecto, una amistad. Ha ido sembrando cariño y afecto entre la gente, y recogió y hoy sigue recogiendo todo aquello que sembró.

A la vez era una persona celosa de su intimidad, en ocasiones parca en palabras, pero con una presencia que llenaba la casa y el corazón de todos los que hemos compartido momentos con ella. Siempre dispuesta a dar una palabra de ánimo, un consejo a aquel que lo pedía, consejos que surgían de su propia vida y de sus experiencias y que daba sin ninguna pretensión más allá que la de ayudar de corazón a aquel que lo pedía. Una madre ejemplar, una mujer vital, amiga de sus amigos y que nos ha enseñado a disfrutar de la vida junto a aquellos a quienes queremos.

Ahora sólo deseo que allá donde estés sigas recibiendo el amor y el cariño de toda esta gente que te quiere y que sepas que tu vida y tu ejemplo nos seguirán haciendo fuertes.

2 comentarios:

Antonio Montufo Gutierrez dijo...
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Antonio Montufo Gutierrez dijo...

El cariño a una amiga se demuestra de mil maneras pero tu, mi querido amigo Nito, se los supiste demostrar en vida con tus conversaciones y charlas, animándola a la pintura,y escuchándola cunado ella te hablaba de sus temas desde la Psicología hasta los más banales culinarios. Nunca podremos olvidar nuestros paseos disfrutando de nuestro patrimonio, tomando un buen vino en las Castañeda om viendo la exposición de los Moriscos. Solamente me queda darte las garcias, amigo del alma.
Antonio Montufo Gutiérrez