lunes, 7 de abril de 2008

ANTONIO BARRIOS "EL POLINARIO"

El ilustre granadino Ángel Barrios, su hijo
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ALGO MÁS SOBRE EL POLINARIO
Carta abierta a sidi Califa, murguero fino donde los haya.-

Mi jabibi Califa: Es una verdadera lástima que no agotemos los temas que se van proponiendo en el Blog, o bien por desinterés o bien por falta de tiempo. No quisiera pensar que por falta de conocimiento de nuestra propia historia.

Como quiera que sacas el tema del Polinario, quiero añadirte unas notas, fusiladas de Google, pues lo quería haber comentado como algo especial dentro del tema de las tertulias granadinas y mira por donde te me has adelantado. Se ve que andamos en la misma sintonía.

Desde fines del siglo XIX hasta los años 20, la taberna fue predilecto lugar de encuentro de los artistas granadinos y, a su paso por la ciudad, de escritores, músicos y pintores tanto nacionales como extranjeros, los cuales solían dejar con el generoso propietario algún recuerdo. En la colección privada de la casa había, entre otras muchas obras y curiosidades, una bella acuarela del norteamericano John Singer Sargent y un pergamino del dramaturgo y pintor catalán Santiago Rusiñol, firmado por Maurice Ravel, Richard Strauss, Jacinto Benavente y otros, en el cual Rusiñol nombraba "Cónsul de Arte en la Alhambra" a Antonio Barrios. Todas estas obras se conservan en el Museo. Según Rusiñol, Barrios poseía tres virtudes poco habituales en un tabernero: era excelente cantaor de flamenco; entendía de pintura; y no echaba agua al vino. El periodista Granadino Eduardo Molina Fajardo lo ha descrito en estos términos en su libro Manuel de Falla y el "cante jondo ": "El tabernero era un gran tipo humano. Grueso, fuerte, barrigoncillo, pero con cara de pájaro, y párpados caídos. Llevaba siempre una gorrilla encasquetada. Pintaba y sabía extraer de su corazón antiquísimas canciones andaluzas. Tocaba la guitarra con viejo estilo y, sin dejar sus actividades, despachaba en el mostrador con gracia fina"
» ... Ya no existe la taberna del "Polinario", aunque sí el minúsculo patio y el pilar cuya fuente, según John B. Trend, silenciaba el viejo guitarrista durante sus sesiones de cante jondo para que no compitiera con la música».

Pero no seríamos justos si dejáramos la explicación del "Polinario" en términos de tabernero. Don Antonio -que era así como todos se dirigían a él con el mayor respeto- era una institución en la Granada de aquellos años y una personalidad de extraordinaria riqueza cuya principal vocación artística, fue la pintura llegando a colgar sus cuadros junto con los de Romero de Torres, Rusiñol o López Mezquita. El comercio que regentaba -mucho más amplio que una simple taberna- era en realidad la tapadera de un verdadero ateneo en el que se daba cita lo más granado de la intelectualidad local y los más distinguidos transeuntes.

Nito

1 comentario:

Antonio Montufo Gutierrez dijo...

A mi querido jabibi Ibn-al-Nitab, siempre nos hemos distinguido por una fuerte empatía que con los años se ha ido incrementando. Afirmo, como tu dices, y me alegro que vallamos siempre en sintonía.
Califa