martes, 29 de abril de 2008

A MODO DE SORBETE

A modo de sorbete, como se acostumbra en las buenas mesas para diferenciar entre plato y plato, así quiero hoy marcar la diferencia entre las finiquitadas Tertulias Granadinas y el suculento nuevo tema que empezaremos.
De todos modos, puedo ofreceros a quien la pida, la receta de este sorbete de fresa que mi "perpetua" preparó el día que despedimos al murguero parisino Jean Nöel.
Nito

domingo, 27 de abril de 2008

"LOS MASCARONES" EN LA LEYENDA

LAS ABUELAS CUENTACUENTOS.-

Antes de que cerréis el tema de los Mascarones, lo quisiera despedir con un viejísimo cuento, que se lo oí narrar a mi centenaria abuela y que pertenece a las leyendas albaicineras clásicas.
Las abuelas contaban a sus nietos las historias y las leyendas del barrio. En esta tradición oral, la casa de los mascarones y el Aljibe de la vieja, eran de las leyendas más significativas.
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"Mira esa casa, se llama la casa de los mascarones, tiene un mascarón allí y otro mascarón aquí, son moros, árabes, que estaban ahí. Y como veis aquel tiene la frente rota. Pues la leyenda ésta, el cuento que me contaba mi abuela era eso: que un señor compra esta casa, se viene a vivir a esta casa, y soñaba con una voz que le decía reiteradamente, que mi abuela claro se recreaba en aquello, que le decía reiteradamente, que en la frente del moro estaba el tesoro, y eso era un día, una noche, y otro día, otra noche, hasta que, después de dos horas contándonos el cuento, el señor se levanta, coge una estaca desde su balcón, le pega en la frente del moro y empiezan a caer monedas, y alhajas y tal, y esa era la historia resumida que nos contaba doscientas mil veces mi abuela. Que en la frente del moro está el tesoro y acá vivía.
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Ysthar

viernes, 25 de abril de 2008

PARAISO CERRADO PARA MUCHOS...

... JARDÍN ABIERTO PARA POCOS.
¿Cómo debió ser aquel jardín de la Casa de los Mascarones cuando Soto la habitaba? Situado a las espaldas del edificio se encontraba el jardín, compuesto de siete paratas o mansiones según la orografía del terreno. La cuarta mansión, la más elevada, poseía un estanque cuya función, era la de repartir aguas, y del cual salía la gran acequia que iba a parar a la gruta existente en la primera mansión.
Todas estas mansiones configuraban un singular itinerario que se emprendía desde la primera situada junto a la entrada de la casa, y que seguía por las restantes, hasta acabar en la séptima. Dicho itinerario podríamos definirlo como circular o cerrado. Elementos comunes al jardín de Soto son la identificación con el Paraíso, la tradición clásica del arte topiaria, o recortar figuras en abrótano o mirto, el locus amoenus de aguas, plantas, árboles frutales, aire suave y pájaros cantores.
Guarda en su disposición el recuerdo del origen árabe de todo carmen, pero sabiamente enriquecido con los elementos prestigiosos del humanismo. De lo musulmán son sus cerradas tapias, sus postigos, sus arquitecturas de diferentes volúmenes, con paramentos decorados con yeserías y alicatados, sus pozos con brocales y surtidores al nivel del solado de azulejería.
Del Renacimiento proceden, en cambio, sus pérgolas y sus balaustradas, los órdenes clásicos de los porches y los cenadores, las pilas de piedra y mármol con carátulas y grutescos, los relieves historiados y las estatuas mitológicas, colocadas en nichos y pedestales. De planta asimétrica, adaptándose al terreno de distintos niveles, escalonándose en el quebrado paisaje del Albaicín, constituyen unidades recoletas en las que existe una continuidad del interior de la mansión y el jardín, de acuerdo con una mentalidad heredada del Islam, lo que, a veces, no excluye los efectos de perspectiva escenográfica de lo renacentista. .
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NITO
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Monocalco de Francisco Izquierdo

martes, 22 de abril de 2008

LA TERTULIA FINGIDA: LA CASA DE LOS MASCARONES


Pues resulta que Pedro Soto de Rojas, canónigo de la colegiata de El Salvador del Albaicín, abogado de la Inquisición, y poeta culterano amigo de Góngora, fue el que hizo famoso un carmen -su casa-, el de Los Mascarones, con las premisas recoletas de restricciones líricas "Paraiso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos" que sacó del título de una de sus obras.
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Hasta aquí, todo bien: Ya tenemos un santa-santorum murguero, es decir, una Tertulia culterana o cenáculo a donde acudían sólo los elegidos.
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Pero se duda, (y aquí viene el docto Francisco Izquierdo a joder la marrana), que la casa-jardín fuese claustro de silencio y compás de soledad, pues su íntimo amigo Francisco Trillo y Figueroa, advierte la simulación de "fingidos pensiles y fabulosos elíseos vocingleros".
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O séase, el retiro propuesto por el poeta talar era un cachondeo solapado de colegas, alumnos de las musas y otros compadres entre capullos, rosas, pepinos, higos, (muchos higos), cipreses figuras de Adán y Eva y un montón de artificios bajo el follaje. Escenario ideal para otros juegos florales verdejos y sin posibles mirones.
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Nito

martes, 15 de abril de 2008

ÚLTIMA TERTULIA DESCUBIERTA

Andaba estos días agasajando al murguero parisino Jean Nöel por el Albaicín, cuando me topé, de buenas a primeras, en el Bar Aliatar con el viejo Luis, su dueño y sus caracoles. Al parecer, y después de las presentaciones, pude comprobar el calor de su Tertulia y el calor que de pronto le entró a mi amigo con el caldo picantoso de los referidos bichos: -"Son mihuras en petit, eh, Juan". -Afirmó.
¿El tema de la Tertulia...? ¡Y qué más da...! Lo de siempre: Que para torero el Fandi. Que si el mejor cantaor es José Mercé o Rancapino... ¡La eterna cuestión que puede inquietar a un hijo del Albaicín...!
Y para Jean Nöel van estas entradillas con las que el dueño le despidió:
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¡Bar los Caracoles!
Vivencias en el tiempo,
con solera Albayzinera,
Tertulias de verdad sin cuento.
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Nito

martes, 8 de abril de 2008

Más Tertulias Granadinas

Abundando en el tema de las tertulias granadinas, podemos ver que ya en el siglo XVI Alonso de Granada Venegas Rengifo, descendiente de Sidi Yahya Al Nayar y de su esposa Cetti Meriem Venegas, luego bautizados en Santa Fe como Don Pedro de Granada y Doña María, aficionado a las artes y las letras, tuvo en su casa de Granada, la actual Casa de los Tiros, una animada tertulia a la que concurrían los ingenios más importantes de Granada, como los poetas Luis Barahona de Soto, Hernando de Arcuña, Diego Hurtado de Mendoza, Pedro de Padilla y Gregorio Silvestre, además de Gaspar de Baeza, Juan Latino y el jurista y dramaturgo Gonzalo Mateo de Berrío.

Califa

lunes, 7 de abril de 2008

ANTONIO BARRIOS "EL POLINARIO"

El ilustre granadino Ángel Barrios, su hijo
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ALGO MÁS SOBRE EL POLINARIO
Carta abierta a sidi Califa, murguero fino donde los haya.-

Mi jabibi Califa: Es una verdadera lástima que no agotemos los temas que se van proponiendo en el Blog, o bien por desinterés o bien por falta de tiempo. No quisiera pensar que por falta de conocimiento de nuestra propia historia.

Como quiera que sacas el tema del Polinario, quiero añadirte unas notas, fusiladas de Google, pues lo quería haber comentado como algo especial dentro del tema de las tertulias granadinas y mira por donde te me has adelantado. Se ve que andamos en la misma sintonía.

Desde fines del siglo XIX hasta los años 20, la taberna fue predilecto lugar de encuentro de los artistas granadinos y, a su paso por la ciudad, de escritores, músicos y pintores tanto nacionales como extranjeros, los cuales solían dejar con el generoso propietario algún recuerdo. En la colección privada de la casa había, entre otras muchas obras y curiosidades, una bella acuarela del norteamericano John Singer Sargent y un pergamino del dramaturgo y pintor catalán Santiago Rusiñol, firmado por Maurice Ravel, Richard Strauss, Jacinto Benavente y otros, en el cual Rusiñol nombraba "Cónsul de Arte en la Alhambra" a Antonio Barrios. Todas estas obras se conservan en el Museo. Según Rusiñol, Barrios poseía tres virtudes poco habituales en un tabernero: era excelente cantaor de flamenco; entendía de pintura; y no echaba agua al vino. El periodista Granadino Eduardo Molina Fajardo lo ha descrito en estos términos en su libro Manuel de Falla y el "cante jondo ": "El tabernero era un gran tipo humano. Grueso, fuerte, barrigoncillo, pero con cara de pájaro, y párpados caídos. Llevaba siempre una gorrilla encasquetada. Pintaba y sabía extraer de su corazón antiquísimas canciones andaluzas. Tocaba la guitarra con viejo estilo y, sin dejar sus actividades, despachaba en el mostrador con gracia fina"
» ... Ya no existe la taberna del "Polinario", aunque sí el minúsculo patio y el pilar cuya fuente, según John B. Trend, silenciaba el viejo guitarrista durante sus sesiones de cante jondo para que no compitiera con la música».

Pero no seríamos justos si dejáramos la explicación del "Polinario" en términos de tabernero. Don Antonio -que era así como todos se dirigían a él con el mayor respeto- era una institución en la Granada de aquellos años y una personalidad de extraordinaria riqueza cuya principal vocación artística, fue la pintura llegando a colgar sus cuadros junto con los de Romero de Torres, Rusiñol o López Mezquita. El comercio que regentaba -mucho más amplio que una simple taberna- era en realidad la tapadera de un verdadero ateneo en el que se daba cita lo más granado de la intelectualidad local y los más distinguidos transeuntes.

Nito

viernes, 4 de abril de 2008

TORRE y PUERTA de las ARMAS



En esta foto, de finales del siglo XIX de la Alcazaba tomada del libro "Granada en 1.892" publicada por los Drs. Cristina Viñes Millet y Juan C. Gay Armenteros por la Comisión para la Conmemoración del V centenario en 1987, se puede ver en primer lugar la Torre de las Armas en primer término y detrás la Torre de la Vela. Es interesante la visión de la Plaza Nueva y el cimborrio de la catedral.

La torre de las Armas era una torre albarrana, es decir, una torre que se levanta fuera de la muralla y servía para controlarla y que con el paso del tiempo quedó unida a esta. Fue construida por Ismail(1314-1325) para proteger la Puerta de las Armas, Bib zal-Silah.

En la foto se observa que en siglo XIX tenía añadido un cuerpo con un tejado a dos aguas y ventanas. La Puerta es la típica puerta de acceso en recodo y en rampa para dificultar la entrada de los posibles enemigos además conserva la ranuras para el rastrillo.

En la época islámica era el acceso al recinto de la Alhambra por el camino que partiendo de lo que hoy es Plaza Nueva subía por el actual barrio de la Churra. El nombre de las Armas ya se conocía en 1470 y es porque en ella se depositaban las armas de aquellos que accedían a la Alhambra.
El interior tiene cuatro bóvedas,dos gallonadas, una esquifada y otra vaída hermosamente decoradas imitando a ladrillos.

Califa

jueves, 3 de abril de 2008

Taberna del Polinario

Cómo me encanta ver a los murgueros metidos en harina, esto es lo que nos enriquece en el conocimiento de nuestra querida Granada, de su historias y de sus leyendas.

Tengo que decir que las intervenciones sobre las tertulias "granainas" me parecen muy interesantes pero entrando al trapo de nuestra amiga Ysthar, debo decir que también había otra tertulia en la Alhambra, concretamente la del Polinario. Aunque modernamente se le llama el baño de la Mezquita, tradicionalmente era conocido como el baño del Polinario. En esta zona alhambreña cercana a la iglesia de Santa María de la Alhambra tenía el padre de Ángel Barrios una taberna en la que se reunían los intelectuales de la época con una tertulia que fue importante y poseía una burra llamada La Polinaria, con la que dio nombre a dicha taberna.

Califa

COMPARATIVA SEDE TERTULIANA

Aparentemente esta curiosa y vieja foto del Carmen de Ronconi, nos muestra que el tiempo poco o nada ha podido con él, gracias al esmerado cuidado de sus actuales dueños a los cuales, y desde aquí, alabo.

En nuestro espacio semanal "Todas las semanas un cuento" os hablo con detalle de estas Tertulias de las que la Granada culta vivía pendiente de ellas, pues marcaban tendencias y autorizadas opiniones sobre muy variados temas.

Así, hablaremos de la Academia del Trípode, del "Pellejo" (precursora de "La Cuerda"), la del Avellano, con Ángel Ganivet a la cabeza, la del Rinconcillo (la más moderma de las históricas y en las que se encontraban miembros tan notables como Gallego Burín o el mismísimo García Lorca) y que tenía su sede en un "rinconcillo" del mítico Café Alameda, como apunta Ysthar.

Ya se ve que nuestra MURGA, a tenor del talante de sus componentes, no llegará a tanto y que si a alguna de aquellas se le parece, será a "El Pellejo" pues sus miembros se reunían nada más que para comer (Véase caricatura de la época). ¡Eso sí: Levantando la correspondiente y preceptiva Acta...!
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Nito